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"El gran debate de perros y gatos"

"Perro o gato, Barça o RM, Coca o Pepsi, Mac o PC, Tesla o Edison, Marvel o DC; a lo largo de nuestra historia, la humanidad siempre ha tenido rivalidades absurdas"

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    Perro o gato, Barça o RM, Coca o Pepsi, Mac o PC, Tesla o Edison, Marvel o DC; a lo largo de nuestra historia, la humanidad siempre ha tenido rivalidades absurdas.

     

    Un poco de competencia es sano, aunque muchas veces, estas competencias se salen de control. En alguna ocasión, Tesla electrocutó un elefante para demostrar el peligro de la tecnología de su competidor (Edison). No obstante, esta rivalidad permitió que la humanidad dejara de vegetar en la oscuridad y gozara de los frutos de la electricidad.

     

    Las rivalidades dan lugar a grandes historias, y las grandes rivalidades proporcionan las mejores historias; una de ellas, la cual evoca grandes querellas apasionadas, es la rivalidad entre aquellos que prefieren a los perros contra los que tienen predilección por los gatos.

     

    Por milenios, nuestra especie ha estado fascinada con estas 2 especies y hasta las han adorado como figuras divinas. Dentro de las divinidades caninas destacan Anubis, Fenrir, Bau, Cerberos, Set, Wepwawet, Xolotl, entre otros; mientras que en el equipo felino encontramos a Bastet, Lamassu, Barong Ket, Dawon, por mencionar algunos.

     

    Y aunque hoy en día contamos con dioses más parecidos a nuestra especie (cada vez somos más egocéntricos), la humanidad sigue adorando con la misma devoción a estas 2 especies animales.

     

    Virtualmente cualquier discusión entre dueños de mascotas tiende a revelar que existen diferencias entre los que prefieren perros y los que prefieren gatos. En algunos casos, la intensidad con la que defienden su mascota puede llegar a engendrar acaloradas discusiones.

     

    Los especialistas en estos menesteres afirman que el 74% de las personas prefieren a los caninos.

     

    Asimismo, también afirman que los amantes de una especie tienden a ver con "desprecio" a las mascotas de la otra especie; usualmente, los gatos son los infames preferidos.

     

    Esto es un reflejo de la conducta animal de tanto los perros como los gatos previo a su domesticación. Los felinos son cazadores solitarios y su periodo de actividad es nocturno, mientras que los caninos son animales de manada que trabajan colectivamente entre el amanecer y el ocaso (y parece ser también el caso con sus dueños).

     

    La influencia de la domesticación y su naturaleza evolutiva ha modulado también como funcionan sus cerebros.

     

    En un artículo publicado en "Frontiers in Neuroanatomy" se demostró que los cerebros de los perros tienen el doble de neuronas corticales que los gatos. Este grupo neuronal está involucrado en el procesamiento de funciones neurológicas superiores como el pensamiento cognitivo, planeación y conductas complejas.

     

    Encontraron que los perros poseen alrededor de 530 millones de neuronas corticales, mientras que la contraparte felina solamente la modesta cantidad de 250 millones de neuronas.

     

    Esto se puede traducir en que el perro posee un cerebro más complejo y evolucionado, el cual determina el complejo estado mental interno y su habilidad para predecir lo que pasa en su entorno basándose en experiencias previas. En otras palabras ¿cuándo han visto a un gato detectar bombas o rescatar personas en edificios derrumbados?

     

    Con estos datos, los amantes de los perros contamos con un argumento sólido para contra-argumentar a los excéntricos individuos que prefieren a los gatos de por qué la especie canina es la mejor opción como compañeros.

     

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