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"En Tribunales"

"Poder Ciudadano"

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    Afortunadamente me tocó vivir esta época en la que finalmente los ciudadanos le perdieron el miedo al Gobierno, y han empezado a hacer uso eficiente de los instrumentos legales que existen para proteger sus derechos.
    Hace varios años, hasta un simple regidor hacía lo que quería y cometía delitos impunemente y no había nadie que se atreviera a tocarlo con un “amparo”.
    Hoy las cosas han cambiado y los ciudadanos ya se dieron cuenta del poder que tienen y, sobre todo, de lo que se puede hacer a través de los tribunales, especialmente los de amparo.
    Conste que no estoy incitando al ciudadano a ampararse por lo que sea, ni a demandar a las autoridades a diestra y siniestra. Lo que sí recomiendo es que no se tenga temor de acudir a los tribunales cuando pisoteen sus derechos.
    Salvo pocas excepciones, la mayoría de nuestros gobernantes no entiende que el poder no es para pasar por encima de los derechos de los ciudadanos y que, si éstos tienen que llegar a los tribunales, es porque no les dejaron otro camino y no atendieron sus inquietudes.
    En nuestra ciudad hemos sido testigos de obras públicas importantes que, si bien algunas de ellas son necesarias, también han llevado la paciencia de los ciudadanos al extremo.
    Empezando con las obras del Centro Histórico, siguiendo con las del malecón y Zona Dorada, es lógico que los ciudadanos que se vieron afectados, tarde o temprano iban a manifestar su inconformidad y que bueno que lo están haciendo en tribunales y no alterando el orden público.
    Los gobernantes deben entender que los ciudadanos tienen todo el derecho del mundo de defenderse de los actos que consideren ilegales o inconstitucionales, y deben evitar tomar represalias o intimidar a quienes se “atreven” a defenderse o a sus abogados.
    Intimidar y tomar represalias contra los ciudadanos que se defienden o contra sus abogados no solo es ilegal, es inmoral y solo un delincuente es capaz de abusar del poder con tal de cumplir su capricho.
    Por fortuna, todo parece indicar que, en el Gobierno del Estado y el Municipal actual, por lo menos en los mandos superiores, tenemos servidores públicos que tienen claro que no deben actuar abusivamente, y tratan de resolver los problemas sociales mediante el diálogo con los ciudadanos.
    Pero las cosas no siempre se dan así y a veces, hay uno que otro servidor público de nivel medio o de plano inferior que se aloca y cree que estamos en los años 70 y puede utilizar la fuerza del Estado sin que le pase nada.
    En mi despacho hemos sido intimidados varias veces y algunos de nuestros clientes también y lógicamente, no tenemos el menor respeto por los servidores públicos que han recurrido a esas tácticas o que se han prestado a ese juego perverso.  
    Seguramente seguiremos siendo intimidados y nuestros clientes igual, pero, como hasta la fecha, cuando tienes el derecho y la razón de tu lado y, sobre todo, tienes buenos jueces, las cosas no pasan a mayores.
    El uso de la Fiscalía General del Estado para fines intimidatorios es un delito y además, es una vergüenza, que solo revela que son tan incapaces, que solo les queda usar ese turbio instrumento. 
     

    Mi consejo a los ciudadanos es que no se dejen intimidar, usted tiene el poder de la ley de su lado y puede utilizarlo. Respétese a sí mismo y niéguese a ponerse de rodillas.

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