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"OBSERVATORIO"

"Ponce Ramos inicia la venganza. Echeverría y el 'Paracetamolgate'  "

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OBSERVATORIO

    Al declararse perseguido político del gobierno de Mario López Valdez, el ex Secretario de Salud, Héctor Ponce Ramos, abre la primera línea de fuego contra el mandatario que se va y al mismo tiempo desocupa el banquillo de los acusados para que Ernesto Echeverría Aispuro se siente en él. Es apenas el primer aviso de que la revancha comienza.

    Con indiciados diferentes, en los Servicios de Salud de Sinaloa ocurre lo mismo que hace seis años porque al alcance del gobernador electo, Quirino Ordaz Coppel, con copia a la Auditoría Superior de la Federación, está el expediente con miras a meter en la cárcel a Ernesto Echeverría, actual secretario del ramo.

    ¿De qué se trata? De la compulsa entre el millonario gasto en medicamentos y las evidencias de que las medicinas nunca llegaron a los centros de atención médica. El expediente bautizado como "Paracetamolgate" se integra con pruebas documentales y testimoniales que dan cuenta que ni siquiera el paracetamol les surtieron a los hospitales generales, centros de salud o brigadas médicas que van a la sierra.

    Las pistas indican que a diferentes compañías farmacéuticas, así como en 2013 se le compró a Nacional de Drogas medicamento 500% más caro que el precio normal, fueron beneficiadas con contratos por más de 300 millones de pesos, cantidad que se pagó pero no se ha justificado que los proveedores entregaron la mercancía a los hospitales y médicos.

    Quizás a nadie le extrañe que Salud sea la más grande cloaca sexenal. Tampoco sorprende que el grupo que en 2011 se exilió de Sinaloa confinándose en la Ciudad de México junto al ex gobernador Jesús Aguilar Padilla, esté de regreso y venga con sed de venganza. Qué casualidad que a escasos 19 días de que López Valdez se vaya, reaparece Ponce Ramos con un video en su cuenta de Facebook diciéndose víctima de calumnias y difamación.

    Un poco de memoria: desde su campaña política en 2010, Malova identificó a Ponce como presa fácil para soportar el discurso anticorrupción. Lo señaló junto con el entonces gobernador Aguilar de enriquecimiento con recursos públicos mencionando la mansión que JAP construía en residencial La Primavera, y la casa de descanso que HPR posee en Bariometo, municipio de Navolato.

    Ponce se convirtió en la única presa que logró Malova en su ruidosa cacería de aguilaristas deshonestos. Por cierto, a los sinaloenses nos salió caro el "trofeo" porque el funcionamiento de la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas nos costó más de 300 millones de pesos en seis años. Mucho dinero para un solo caso o "chivo" expiatorio, que ahora es absuelto de culpa.

    Hoy se le agregan nuevos capítulos a la interminable serie melodramática sobre corrupción en los Servicios de Salud de Sinaloa. El grito de guerra del aguilarismo de "vamos por más", quién sabe si autorizado por Quirino Ordaz, ubica a Ernesto Echeverría como objetivo del "ojo por ojo, diente por diente" y, por lo pronto, Ponce Ramos ha sido reivindicado moral y políticamente.

     

    Reverso

    "¡Salud!" cualquiera diría,

    En brindis o al estornudo,

    Hoy se responde más rudo:

    "¡Agarren a Echeverría!".

     

    Diablos de pastorela

    En combo, el PAN está ofreciendo a sus militantes en Sinaloa dos "demonios" en uno: el "diablo azul" de Juan Millán, que es Alejandro Higuera, y el "satanás rojo" de Malova, que es Sebastián Zamudio. Y como dice el letrero dantesco que da la bienvenida en el infierno, "piérdase aquí toda esperanza".

     

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