"¿Por qué se van?"

Un tema siempre presente en las empresas es el tema de la rotación, ese proceso tan complicado que erosiona muchos esfuerzos de la empresa por mejorar, por ser más eficiente. Además de complicada, la rotación es costosa en forma directa, porque se trabaja intensamente en el reclutamiento, en atraer a aquellos que le interesan a la empresa, se les entrena, pero algo pasa internamente que la empresa no los retiene.

En un estudio elaborado por Future for Work Institute analizaron el tema del abandono voluntario del trabajo y los resultados, aunque referidos a empresas españolas pueden darnos algunas pistas útiles. A continuación menciono algunas:

1. Dejar el trabajo voluntariamente normalmente no tiene una sola causa y nueve de cada diez casos mencionó un aspecto sobre el cual la empresa podía haber actuado. La falta de oportunidades de desarrollo profesional fue un factor importante.

2. En la gran mayoría de los casos la salida voluntaria tuvo que ver con la calidad del liderazgo del jefe y con las posibilidades de desarrollo. En tercer lugar estuvo el salario. Se comprueba la idea de que las personas renuncian al jefe, que fue mencionado 56 por ciento de las veces.

3. Quienes señalaron a su jefe directo como causa de su salida mencionaron aspectos concretos: escucha, respeto, retroalimentación, trato justo, confianza.

4. Como una muestra de que las empresas están bajo la lupa, uno de cada cinco personas incluyó consideraciones éticas en sus razones de su salida.

5. Como siempre, en la salida hay consecuencias. De la forma en que se maneje esa salida voluntaria dependerá si esa persona recomienda o no esa empresa para trabajar en ella.

6. En el caso de las mujeres, aunque no fue uno de los principales motivos de su salida se mencionó el conflicto entre trabajo y vida familiar, sobre todo en los niveles operativos.

Los resultados hacen evidente la complejidad del problema, pero sin profundizar demasiado vemos que la relación entre el jefe y sus colaboradores es crucial para retener el talento, sin duda una de las bases del crecimiento. El jefe directo es donde “hace tierra” la persona y la organización, de cómo sea el directivo será como es la empresa, en esa relación no hay  anonimato, de ahí la importancia de la formación de los jefes.

El viejo concepto del jefe que actúa como espía o policía está superado. Si la organización quiere tener recursos para competir necesita que sus cuadros directivos sean formadores de personas. Las personas se dirigen, las cosas se administran. Esto es fundamental si la empresa aspira a tener con que competir exitosamente.

Independientemente del costo del reemplazo del que se va, queda el daño entre los que se quedan, en más de una ocasión se crea una especie de fraternidad entre los que salen de la empresa y los que no se han ido es que no han encontrado a donde.

Por supuesto que vale la pena revisar el indicador de rotación, nos da muchas luces, pero hay que focalizarlo, ver los departamentos donde se da y no asumir que así es el giro, porque esa rotación tiene un costo y seguramente si revisamos encontraremos respuesta al ¿por qué se van?

 

Director de ICAMI, Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo, Región Noroeste.

alfredo.santana@icami.mx / @luisalfredo