|
"Opinión"

"¿Qué pasó con Playa Espíritu, el Centro Integralmente Planeado (CIP) de Sinaloa?"

""
21/07/2017

    Rafael Morgan Ríos

    Como un proyecto magno en el sector turismo, el Fondo Nacional del Turismo (Fonatur) presentó el Centro Integralmente Planeado (CIP) “Playa Espíritu”, localizado en el Municipio de Escuinapa. 
     
    Desde 2011 el Presidente Felipe Calderón planteó que, con una inversión de 12 mil millones de pesos de recursos federales se detonaría este proyecto, en el que la iniciativa privada podría invertir miles de millones de pesos en hoteles, marinas, condominios, desarrollo urbano, restaurantes y demás servicios turísticos, con la intención de generar más de 50 mil empleos directos y miles más indirectos, con lo cual se beneficiarían no sólo los municipios de Escuinapa, Rosario y Mazatlán, sino todo Sinaloa, ya que con sus 2,300 hectáreas y 12 kilómetros de playa despejada, oleaje suave pero constante, con arenas blancas y agradable al tacto, competiría con Cancún, captando miles de turistas extranjeros y nacionales.
     
    El Gobierno Federal adquirió el terreno y legalizó los temas de agua, tierra y demás derechos, ya que la idea era tener una oferta hotelera de hasta 40 ml habitaciones, que es el doble de la oferta en Cancún y territorialmente es también el doble que el territorio de Cancún.
     
    Por lo pronto, el beneficiado directo fue el ex-Gobernador Antonio Toledo Corro pues era el dueño único del terreno, (no pregunten cómo es que poseía tal cantidad de tierra), a quien se le compró prácticamente al contado. Esa ventaja de un terreno de esa superficie con un solo dueño, con 12 kilómetros de playa, sin posesiones ejidales, sin prácticamente nada de zonas arqueológicas y muy pocas zonas de mangles, lo hicieron muy atractivo para un desarrollo turístico integral. La presa Santa María era parte del proyecto para surtirlo de agua y para incrementar el fluido a las cabeceras de Escuinapa y El Rosario. Además, reforzaría al sector hotelero de Mazatlán, pues ya se preveía que con la apertura de la carretera Durango-Mazatlán, sus instalaciones turísticas y de servicios urbanos se saturarían y hasta se rebasarían, como ya se está contemplando. 
     
    Muchos inversionistas de Mazatlán han adquirido terrenos alrededor de Playa Espíritu, en Escuinapa y Rosario a precios muy bajos, por lo que no parece ser cierta la versión de que los hoteleros mazatlecos no ven con buenos ojos el proyecto, pues ellos mismos serían los inversionistas beneficiados. Extraña que, siendo el Gobernador actual Quirino Ordaz, inversionista mazatleco en el sector turismo, no le esté apostando más a este proyecto de tanto futuro para Sinaloa.
     
    Durante el régimen del Presidente Peña Nieto se anunciaron diversas inversiones presupuestarias para el CIP, dinero que nunca llegó, o llegó a cuenta gotas; además, en tres años se cambió al Delegado de Fonatur en Sinaloa como cinco veces, luego se le cambió el nombre al proyecto y se redujo el número de habitaciones a 25 mil y todavía en 2016, el Delegado de Fonatur Eduardo Bazúa Hernández anunció una inversión de 210 millones de pesos, para terminar el año con un presupuesto de 400 millones de pesos, con todo lo cual se construyó un “hotel boutique” para atender a los inversionistas, pero dicho hotel quedó en obra negra. Igualmente se construiría una marina, cuya excavación se inició, pero los ambientalistas están alegando daños ecológicos. Además, según el Director General de Fonatur, Héctor Martín Gómez Barraza, se pretende reducir de nuevo el número de cuartos, y es probable que ya se tengan adeudos pendientes a constructores y otras personas, como sucede con las obras públicas detenidas.
     
    En diciembre de 2016 se anunció en los medios que “el CIP Teacapán ya se cotiza entre inversionistas y marcas extranjeras” y que “el complejo turístico lleva casi 4 mil millones de pesos invertidos en infraestructura y en el primer hotel “business”. Sin embargo, en marzo de este año, el Gobernador Quirino Ordaz declaró que este proyecto no cuenta con los factores atractivos para los inversionistas y que descarta que haya recursos públicos para el proyecto durante su administración.
     
    Por lo tanto: ¿Qué pasó con el CIP Playa Espíritu en Teacapán? Pues que no pasó, que se queda para mejores tiempos, o ¿tal vez para después del Tianguis Turístico de Mazatlán?; mientras tanto, el sur de Sinaloa sólo cuenta con el cultivo y cosecha de mango y la cada vez menor captura y venta de camarón, ambas actividades de mucha incertidumbre e insuficientes para el desarrollo regional.
     
     

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!