"Quirino frente a corruptos. Jueves 27, día para decidir"

El Gobernador Quirino Ordaz Coppel ya debió preguntarse qué pasará en Sinaloa si mañana, 27 de julio, el Congreso del Estado aprueba las cuentas públicas de Mario López Valdez correspondientes a 2016. ¿Qué les dirá a los sinaloenses que se generaron la alta expectativa de que él venía a combatir la corrupción, topara con lo que topara?

Debe saber también que a casi siete meses de ejercer el cargo pone en riesgo la credibilidad que fue construyendo y que de tajo puede caer mañana si la turba encolerizada ve alguna señal de borrón y peculado nuevo. Gobernar sin la confianza de los ciudadanos resulta tan terrible que pocos políticos sobreviven a la orfandad de pueblo.

A estas alturas y después del sentimiento de decepción que dejó la aprobación de la reforma constitucional que le da más atribuciones a la Auditoría Superior del Estado y menos capacidad al pleno del Congreso para revisar, aprobar o rechazar las cuentas públicas, el Gobernador tiene en una mano la barra de hielo para enfriar el ánimo social, y en la otra el cerrillo para incendiarlo.

¿Qué hará el jueves? ¿Se acercará más a los sinaloenses que lo quieren firme y justiciero contra los íconos de la deshonestidad malovista? ¿Se arrimará a los corruptos a sabiendas de que lo arrastrarán a la porqueriza para que se bañe en lodo? ¿Ese día habrá rasgos del estadista que necesita Sinaloa o vendrá el desencanto por otro liderazgo fallido?

A diferencia de sus antecesores que les han tendido alfombras de impunidad a los desfalcadores del erario, Ordaz Coppel comprometió la palabra de combatir los ilícitos que atacan al patrimonio público, impulsó el Sistema Local Anticorrupción y una y otra vez él y sus colaboradores han apuntado hacia los albañales dejados por el malovismo.

Entonces la gente le creyó, imaginó tras las rejas a altos ex funcionarios que cargaron con dinero y equipamiento que es del Gobierno. Hacía décadas que no se generaba una ilusión colectiva como la que existe hoy en favor de la transparencia, rendición de cuentas y justicia para inhibir el incesante latrocinio de las arcas públicas.

En su naturaleza de empresario, Ordaz Coppel podría apegarse al manual de lo práctico y operar para que la 62 Legislatura le dé luz verde a las cuentas de Malova, maquilladas para que parezcan honestas, o puede acudir a la maniobra política de rechazarlas para salvar la fe social en un Gobierno que la necesita ahora más que nunca.

Si este jueves se va la confianza, será muy difícil hacerla volver. Más ahora que Sinaloa necesita con urgencia de estado de derecho antes de que cunda el mal ejemplo de gobernantes voraces que libran la ley de la misma forma en que López Valdez se brincó las trancas del PRI al no postularlo este partido como candidato a Gobernador en 2010.

Es un 27 de julio crucial. Será otro día de las esperanzas rotas o bien puede ser el de la confianza potenciada. En este tipo de coyunturas críticas hasta la ingenuidad puede ser una última apuesta por la rectificación.

Re-verso

En honor a la verdad,

La gente poco confía,

Y ve a la impunidad,

como pan de cada día.

Gritos en la selva

La iniciativa que en redes sociales propone agredir a los diputados que aprobaron la reforma a los artículos 37 y 43 de la Constitución, o los que aprobarían las cuentas públicas de Malova, enseñan ese otro atajo rumbo a la barbarie. No permitamos que el salvajismo venga de nosotros porque vivir en la jungla, eso sí ninguno lo soportaríamos. Calma, cobrémosles mejor con el voto.