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18/01/2018

    Editorial

     

    Sin duda, Sinaloa tiene muchos aspectos de los cuales, quienes habitan en él, tienen razón para sentirse orgullosos. Lo mismo se puede elegir el aspecto natural, como sus costas, sus montañas o sus ríos. Igual, apostar por su aspecto social y encontrar gente con la que se puede dialogar, celebrar, discutir y reconocer. O pensar en el aspecto cultural, con aquellos que han creado y crean y con su música, con su baile y sus celebraciones.
     
    Razones para despertar el orgullo hay muchas. Pero así como hay luz en la vida de los sinaloenses, también hay sombras, que generan preocupaciones.
     
    Y muestra de ello es la sensación de inseguridad de quienes habitan en Sinaloa: casi siete de cada 10 personas se sienten inseguras. No son las cifras más altas del País, pero que una mayoría así perciba el Estado, debe llamar la atención de quienes aquí gobiernan.
     
    En Culiacán, la capital de Sinaloa, un 74.6 por ciento de quienes ahí  habitan han revelado que se sienten inseguros. En Mazatlán, la “joya de la corona” turística de la entidad, un 65.7 por ciento dicen sentir inseguridad. Y al norte, en Los Mochis, un 53.4 por ciento de sus habitantes se siente inseguro.
     
    Y esa, es una realidad que el Gobierno de Sinaloa también debe valorar en sus estrategias de la vida pública. Porque aquí, lo importante no es qué tanto se habla de las cosas buenas de la entidad, que las tiene, sino qué se está haciendo para evitar que las cosas malas sigan produciéndose, sin ninguna consecuencia.
     
    Estados Unidos ha reiterado a sus habitantes que visitar Sinaloa implica riesgos, por la inseguridad. Y la reacción de las autoridades es la invitación a que reconozcan que también hay cosas positivas.
     
    Pero, si sus mismos habitantes se sienten inseguros, ¿cómo hacer para que desde afuera, crean que se podrán sentir seguros?
     
    La seguridad no es un asunto de imagen, sino de acciones. Sinaloa tiene muchos talentos que puede explotar para atraer visitantes. Pero mientras las autoridades no actúen frente a los hechos delictivos que causan temor en sus habitantes, menos podrán lograrlo para quienes ven desde fuera.

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