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"BUHEDERA"

"Sarcasmos"

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BUHEDERA

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    Si no hubiese nada malo en el mundo, no habría nada para hacer.


    Catar

    Es un enclave tribal pequeñísimo, pero de enorme peso geopolítico. Y no solo por su gran riqueza, sino porque es uno de los mayores productores de gas natural líquido. Aunque su población es menor que la de Houston, Texas, tiene uno de los fondos soberanos de riqueza más grandes del mundo, con 335 mil millones de dólares invertidos en trasnacionales como Volkswagen (17 por ciento), Rosneft (petróleo ruso, 10 por ciento), Barclays (6 por ciento), Credit Suisse, Tiffanys (13 por ciento), etc. Por el súbito congelamiento que le acaban de recetar sus vecinos, todos los accesos por mar, tierra y aire han sido cerrados. En consecuencia, de pronto Catar se ve abrumado por pesadillas logísticas. Un dato nada más: 37 millones de pasajeros pasan cada año por Doha, su capital (2 millones de habitantes). Ahora, Qatar Airways está obligado a limitar sus vuelos vía Irán, Irak y Turquía para poder llegar a Europa, en tanto que sus 19 vuelos diarios Doha-Dubai, están suspendidos. Otra megabronca es los alimentos: la mitad de la comida de Catar le llega por vía terrestre desde su frontera con Arabia Saudita (su único acceso terrestre), por la que solían pasar entre 600 y 800 camiones diarios. “El Oriente medio se ha vuelto un espectáculo de payasos baratos, y las perspectivas son para empeorar.”

     

    El mejor de los tiempos; el peor de los tiempos

    Cifras oficiales, conste: el crecimiento promedio del PIB gringo de los 10 años 2007 a 2016 fue de 1.33 por ciento. Ajá, muuuuuy bajo. ¿Y cuál fue el crecimiento promedio del PIB durante los peores 10 años de la Gran Depresion (1930-1939)? El mismito 1.33 por ciento. Asombrosa coincidencia. ¿De dónde sacan entonces que hoy “la economía va bien”? Que alguien me lo explique porque sus propios números (manipuladísimos, por lo demás) cuentan una historia distinta. Con la diferencia de que en los años 30 la intervención estatal (Roosevelt y su New Deal) fue bastante limitada y “ortodoxa”, mientras que ahora la Fed, además de todos los usuales trucos keynesianos, recurrió a medidas que hasta hace 20 años se consideraban no solo demenciales sino inimaginables: creó de la nada docenas de anglotrillones de dólares virtuales, los inyectó en los bancos, en el gobierno, en algunos mercados inmobiliarios y en la Bolsa de valores, llevó a alturas galáctica esas armas de destrucción financiera masiva (GWMD) llamadas “derivados”, abatió a cero la tasa de interés y falseó con inaudito descaro todos los índices macroeconómicos para inventar una “recuperación” que nunca ha existido. ¡Guau! ¿Y con todo y esas megamegamega muletas no pudo rebasar el patético desempeño de la peor década de la historia económica gringa? Si todavía alguien no entiende que el derrumbe está en proceso crónico desde hace años, lo felicito: es una bendición vivir en Disneylandia.

     

    Criptomonedas

    “El Senador por Iowa, Chuck Grassley, en su propuesta denominada ‘Combating Money Laundering, Terrorist Financing and Counterfeiting Act’ propone que los ciudadanos de su país deben reportar toda transacción que implique compra y venta de criptomonedas. Esto puede representar, si su propuesta se convierte en ley, que cambistas de Bitcoin como Kraken, en San Francisco, tuvieran que cerrar operaciones. No tarda en estirar la pata un muerto cuando un vivaracho toma su lugar. Ese es el caso de Cyrill Tröndle, de Zurich, quien ve una oportunidad de mercado para su ‘Swisscryptoexchange.ch’. ¡Pero qué falta de respeto para las monedas fiat! ¿Por qué será?”.

     

    Illinois

    Por algo su hijo favorito, Obama, ya no vive en esa zona de desastre. El estado no es el único en la lista de “ángeles a punto de caer”, pero la encabeza y sería el primero de la historia en desbarrancarse a causa de sus impagables niveles de deuda. Las agencias calificadoras (desprestigiadísimas, por lo demás) ya advirtieron que están a punto de mandar sus bonos al cajón de la basura (junk bonds). Y no hablemos de su sistema estatal de pensiones: está mucho más allá de cualquier posible salvación.

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