"Seguridad, cambios de estrategia"

El tema central que se debe atender en Sinaloa es el relativo a la seguridad, a la reducción de los delitos de alto impacto, a recuperar los espacios públicos para la convivencia pacífica y armónica de los ciudadanos. Habría que darles el beneficio de la duda al nuevo Secretario de Seguridad Pública y a los dos subsecretarios de esa dependencia. No habría que olvidar que con el gobierno del señor López la corrupción tuvo muchas expresiones: a) Secretarios y/o directores de seguridad pública que reprobaron los exámenes de control de confianza; b) La protección del gobierno del señor López a presumibles delincuentes de todo tipo; c) La creación de un centro del control de confianza endogámico; es decir, que se examinan entre ellos mismos y aun así reprueban. Ni cómo ayudarlos en esa estulticia como rasgo distintivo del señor López, el mismo que dijo que el ¡gobernante puede hacer todo aquello que no está prohibido! Cuando es exactamente al revés. Esa expresión pintó de cuerpo entero el déficit cognitivo del ex Gobernador.

De acuerdo al Mexico Peace Index 2016 ( http://economicsandpeace.org/wp-content/uploads/2016/04/Mexico-Peace-Index-2016_English.pdf) Sinaloa se mantiene en el lugar 31 sólo arriba de Guerrero en materia de paz social. En otras palabras, como el segundo estado más peligroso del País. Existe una abismal diferencia entre los ingresos y niveles educativos que hay entre Guerrero, donde son muy bajos y Sinaloa, donde son altos y no se puede ligar el delito a la pobreza o a la incultura, sino a la corrupción con sus caras de impunidad e ineficiencia.

Conviene recordar que Sinaloa, de acuerdo al estudio citado, tiene las más bajas calificaciones del País en dos de los cinco indicadores que tomó como base el análisis de referencia: a) Delitos con armas de fuego y b) Eficiencia del Sistema de Justicia. En el segundo más bajo en materia de homicidios. Paradójicamente, por cuanto hace a la expresión pública del crimen organizado existen 11 estados en peores circunstancias que en Sinaloa.

En materia de seguridad hay que hacer muchos cambios, habría que empezar de entrada con los más urgentes:

1. Utilización en tiempo y forma de los recursos federales que llegan a Sinaloa por el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Recuérdese como, en el mundo al revés, los recursos para evitar la discriminación contra la mujer se dejaron de ejercer, sin explicación alguna.

2. Los exámenes de control de confianza deben rediseñarse, de tal suerte que sirvan como herramienta para identificar la probidad de las fuerzas del orden y sus debilidades. El sistema actual es muy vulnerable por dos razones: a) Porque quienes están a cargo de los citados exámenes dependen del Gobernador y su Secretario de Seguridad, lo que, de entrada, pone en duda la fiabilidad de los resultados; y b) Los exámenes son los tradicionales y no los de última generación. Así como están las cosas, la ingesta de un ansiolítico basta y sobra para pasar la prueba del polígrafo. Y el examen de orina para detectar uso de drogas ilícitas o no, abarca muy poco tiempo y es susceptible de generar falsos positivos o falsos negativos. Y si lo anterior no fuera suficiente de lo mal que está diseñado el sistema, habría que señalar que se acepta como calificación aprobatoria el 4.5 en una escala de 0 a 10. En Estados Unidos, el FBI y los diversos departamentos de policía establecen como calificación aprobatoria el 8.5

Así pues, hay tarea que hacer. Es necesario ampliar las pruebas de lo que hoy incluye el control de confianza en Sinaloa. Además del polígrafo es necesario aplicar el EyeDetect, el detector de mentiras que no tiene hasta hoy ninguna contramedida forense. Este detector mide las reacciones fisiológicas de la pupila y minimiza la intervención humana, por eso hoy su confiabilidad es del 100 por ciento. En la parte del uso de drogas debe ampliarse al examen de orina, el del vello, que permite conocer y desagregar varios tipos de drogas de quien es examinado hasta por dos años atrás. La calificación aprobatoria debe subirse al 6 para gradualmente llegar al 8.

Asimismo, una vez realizados todos los exámenes deberían ser sometidos a una exhaustiva revisión por un tercero independiente, idealmente la American Polygraph Association (APA). Una vez con los resultados de la APA, se deberían hacer públicos los resultados anonimizados, salvo el de los directores o secretarios, quienes por ser servidores públicos de confianza pueden ser dados de baja en cualquier momento, sobre todo si hay elementos que justifiquen esa medida.

Me queda claro que no debería hacerse pública la información de los resultados de cada uno de los miembros de los distintos cuerpos de seguridad por tres razones: a) Por una jurídica, estos análisis constituyen indicios, pero no prueba plena, para dar de baja al elemento reprobado; b) Por una práctica, es muy probable que en los primeros exámenes los resultados serán negativos en más del 70 por ciento de los casos y c) Porque habría que empezar con los elementos que hayan tenido de 0 a 2 para construir un caso sólido para su baja y sustitución.

Lo único que no se puede hacer es dejar intacto el sistema generado por el gobierno del Señor López para la reproducción de la corrupción.

@evillanuevamx

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