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"La Vida de acuerdo a mí"

"Ser sinaloense en la CDMX"

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    Así como hay personas que radican en Estados Unidos, pero que son hijos de mexicanos, y han sido criados bajo los principios y tradiciones de las dos culturas, sin sentirse más identificados a la una que a la otra, yo, que nací en la Ciudad de México pero viví toda mi vida en Mazatlán, Sinaloa, y soy de madre sinaloense pero de padre capitalino, puedo asegurar que he crecido de la misma manera.
     
    Aunque los estereotipos hacen mucho daño, algo tienen siempre de ciertos. Ser sinaloense en la capital del país automáticamente te pone en situaciones que en ocasiones son graciosas, pero pueden llegar a ser un tanto insultantes.
     
    Estoy segura que la mayoría sabe perfectamente a que me refiero cuando hablo de estereotipos sinaloenses. Si hay dos cosas que nos vuelven famosos no sólo en México, si no el mundo, son los narcos y las buchonas. ¿Y para que voy a negar su existencia e importancia?, si los encontramos todos los días en nuestras noticias, industria musical y cultura contemporánea. Tampoco voy a decir que Sinaloa no es un estado violento. En las primeras seis semanas del año hubo 150 homicidios .150 vidas perdidas. Pero sería un grave error catalogar a todos los sinaloenses con la misma etiqueta. No obstante, los estereotipos siempre surgen con base a cuestiones reales, y vaya que lo sé. También me he percatado de que cuando los mexicanos, vengan de donde vengan, piensan en sinaloenses, en realidad están pensando en gente de Culiacán. De cualquier forma, estos son algunos de los estereotipos con los que me he topado desde que vivo en la Ciudad de México:
    - ¿Y a cuántos narcos conoces? La respuesta es sencilla. A ninguno. Tengo conocidos que conocen narcos o que son familiares de narcos de bajo “rango”, y los he visto pasar por la calle en sus camionetas y demás, pero no he conocido a ninguno personalmente. Me han preguntado eso tantas veces que ya se me hizo la costumbre de contestar que el Chapo es mi padrino y lo apodé “Guzmi”.
     
    - ¿Cuántas de tus amigas están operadas? Esta es una pregunta complicada porque no hay datos oficiales de cuantas mujeres se han hecho la cirugía estética en Sinaloa. Que yo sepa, ninguna de mis amigas está operada, pero sí buscas mujeres sinaloenses en Google imágenes, te sale pura fémina de glúteos y pechos generosos con cintura de avispa, por lo que me inclino a pensar que no son naturales. Lo peor es que acabo de preguntarle a una amiga que vive en Culiacán si considera que la mayoría de las mujeres culichis están operadas. Me dijo que sí, y que ella también.
     
    - ¿Es cierto que todos los sinaloenses son rubios y todas las mujeres son guapísimas? Aunque muchos norteños, no sólo los sinaloenses, tienen tez clara, es completamente falso que Sinaloa se ahoga en güeros ojos azules.
     
    México tiene 120 millones de habitantes, y se calcula que únicamente el 9 por ciento son blancos. De que los hay, los hay, como también existen en todas las regiones de México, pero Sinaloa también es uno de los estados con mayor presencia de afromexicanos (mexicanos con descendencia negra). Y con respecto a la belleza de las mujeres, puedo afirmar que me eduqué rodeada de chicas verdaderamente bonitas, así como mis amigas defeñas son igualmente bellas.
     
    - ¿Y que en Sinaloa todo el mundo tiene un montón de dinero? Familias acomodadas existen donde sea, pero por cada familia rica, deben existir 10 pobres. En cuestión de recursos económicos, Sinaloa parece ser neutral, ya que no se posiciona ni en los 10 estados más ricos, ni en los más pobres. Dicen que el Cártel de Sinaloa gana más que Facebook, pero ese dinero no es del estado, y a fin de cuentas sólo son rumores.
     
    - ¿Te gusta la banda?, ¿y los narcocorridos? Nunca me ha gustado la banda, y tengo varias amigas a las que tampoco les gusta. Tal vez todo se reduzca a que somos una bola de fresas. Confieso que me sé de memoria una estrofa de un narcocorrido que se llama “El niño sicario”, y son numerosas las veces en las que me he subido a un camión, y el chofer trae a máximo volumen una canción en honor a los narcos. Aunque estén prohibidos por el gobierno son fáciles de conseguir, si sabes dónde buscar.
     
    - ¿Las sinaloenses son súper vanidosas y se arreglan todos los días? Este es el estereotipo que más me duele, porque en mi opinión, es el más cierto. La abrumadora mayoría de las sinaloenses siempre andan arregladas, hasta para ir a la farmacia. He visto cientos de mujeres con tacones de 12 centímetros y bien maquilladas en el cine. A ninguna se le ocurriría ir fachosa a un antro, o quitarse los zapatos al cansarse. Por algo nos gusta el dicho “primero muerta que sencilla”.
     
    Algunas personas parecen interesarse mucho en mí una vez que escuchan que vengo de Sinaloa, por lo que dependiendo de la ocasión, abrazo los estereotipos que distinguen mi estado o tiendo a rechazarlos. No obstante, una cosa es cierta: estoy orgullosa del lugar de donde vengo. De la ciudad donde crecí. De la gente que fue, y sigue siendo parte de mi vida. Diga lo que se diga de Sinaloa, es mi hogar, y no lo cambiaría por nada.
     
     
    La autora es mazatleca, tiene 19 años y estudia Periodismo en la Escuela Carlos Septién

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