"Sinaloa, violencia y alerta"

Las cuentas alegres de la seguridad en Sinaloa no cuadran cuando desde afuera, se retrata el nivel de violencia que se está viviendo en la entidad.

 

Desde temprana hora, autoridades estatales y municipales compartieron en redes sociales que Estados Unidos no incluyó a Mazatlán en la alerta de viaje que emite para los ciudadanos estadounidenses.

 

Es parcialmente cierto. Porque el Departamento de Estado de Estados Unidos advierte a la población estadounidense que solo hagan viajes a Sinaloa si son considerados esenciales y limitan su estancia a ciertas zonas.

 

Mazatlán con su Centro Histórico, su Zona Dorada y la carretera hacia el aeropuerto. Topolobampo y su zona portuaria y la ciudad de Los Mochis. Fuera de ahí, se vuelve arriesgado para la seguridad de los visitantes.

 

El Gobierno de Estados Unidos, incluso, advierte la situación de Sinaloa: cuna de uno de los cárteles de la droga más peligrosos y violentos del mundo.

 

¿Vale celebrar que el viaje hacia Mazatlán no esté vetado por EU? En parte sí. Al menos el puerto sinaloense ofrece algunas zonas consideradas seguras para los turistas.

 

Pero no hay que olvidar que Sinaloa y Mazatlán ha vivido una racha de hechos violentos que echa abajo cualquier intento de promoción turística.

 

Ha habido enfrentamientos, ha habido muertos y ha habido, y hay, inseguridad, ante lo cual, el único argumento que presentan las autoridades es que son hechos que no se pueden predecir.

 

Sin embargo, se han olvidado que parte de su responsabilidad es la prevención, la cual podría lograrse de muchas formas: generando empleos donde no los hay; creando más oportunidades de ocupación para la población; mejorando los espacios públicos y las condiciones de vida; utilizando los aparatos de inteligencia para mejorar la seguridad; y formando, incluso, mejores policías.

 

Qué bueno que los turistas puedan llegar a algunas zonas seguras de Mazatlán. Pero qué mal que hasta ahora, cuando los actuales gobiernos se van, no hayan reaccionado para mejorar las cosas.

 

Corresponde a los siguientes gobernantes, el de Sinaloa y el de Mazatlán, asumir una actitud más responsable y comprometida con la seguridad que permita cambiar la imagen externa de la entidad.