"Sobre el Nuevo Modelo Educativo"

Cuauhtémoc Celaya Corella

Fue en Imuris, Sonora, de donde provengo, Inge, que escuché por primera vez un dicho que con frecuencia lo he escuchado muchas veces: “Y vuelve la burra al trigo”. Esto en relación a lo que el Presidente y su Secretario de Educación denominaron el nuevo proyecto educativo y el cual lo están difundiendo con voces infantiles en radio y tv nacional. Primero los niños, dice la propaganda preparada por la agencia que le hace este tipo de trabajos al gobierno.

Las voces infantiles pueden mover los sentimientos de incautos, del resto, no creo que hagan mella en su sentir. Está más interesada la masa social en asuntos intrascendentes, que en problemas como la violencia contra periodistas, por ejemplo. Es increíble nuestra poca participación social, que no pasa del comentario en familia o, alrededor de una charla de mesa de café, que verdaderamente exponer y justificar en esos ambientes, la mediocridad de quienes gobiernan, para atender todos los problemas de su competencia.

Otros problemas son generados por la incompetencia de quienes ostentan el poder en los estados y roban para ellos y sus grupos, saben que son protegidos por dos elementos: la ley que les otorga amparos, y la cobardía de pasivos gobernantes que no se atreven a cumplir su responsabilidad y no demandan en  contra sus antecesores corruptos. Lo dijeron en el grupo del manotazo Inge, que dizque no conviene porque hay elecciones. ¿Cómo ves?  Cuando todo se politiza, se le amarran las manos de la justicia.

Pero volviendo al tema Inge, este nuevo modelo educativo no explica lo que se quiere, qué misión trae incluida y qué visión deberá generar como producto final. Me parece que estos gobernantes, no tienen capacidad y conocimiento para generar proyectos a mediano y largo plazo. Es más, casi se les pasa el tiempo y ni aprendieron. Y en el caso de los estados, los que llegaron no saben ni qué. No se atreven a imponer un sello que les identifique. ¿Y el plan de desarrollo? comentaba alguien, a lo que respondí, será como siempre, igual al anterior y al anterior, de los cuales ninguno se acuerda. Una desempolvada, una nueva portada y ya está.

Tantos apoyos en becas para estudios de posgrado a los que ahora llegan, y resulta que no sirven. Como que en las universidades e institutos de donde egresan con grados y menciones honoríficas, la enseñanza de la política no es materia de la currícula de estudios.

¿Qué líneas está marcando este modelo que en el discurso suena bien? Lo venden con la frase de “aprender a aprender” y esa política es vieja, ya en los ochentas se escuchaba esa frase. No es congruente con la realidad nacional, no prepara para una continuidad escolar. De hecho las juventudes que llegan a las universidades, llegan con un deficiente muy marcado en intenciones de aprendizaje, y luego no generan un esfuerzo que les permita comprender que el conocimiento no se compra, y que para adquirirlo, no tiene más que un camino: el estudio. Y en eso la generación actual, generalizando, está huérfana.

Cuando veo que en las aulas universitarias, los grupos son numerosos, hasta el punto de no alcanzar los pupitres o sillas, y hay una modorra intelectual que los estudios de preparatoria no eliminaron, sino que se acentuó, pienso que ya valió esa generación. Y cuando comento con compañeros, alguien me dice, las autoridades dicen que es mejor que los jóvenes estén aquí a que anden delinquiendo. Esa es la política educativa. Por tanto, se están generando profesionistas mediocres carentes de todo. La excepción confirma la regla.

Por lo tanto, si el nuevo modelo no involucra a los actores, y no participan ni los niveles medio superior y superior en ese esquema, es letra muerta. Tal vez sea una sana intención, pero hasta ahí. No puede haber progreso donde la mediocridad es el promedio.

He aquí sus limitantes: Para implementarlo en el ciclo 2018-2019, es muy corto el tiempo para socializarlo entre un millón 200 docentes de educación básica. Hay deficiencia en las habilidades digitales de los docentes y una poquísima conectividad de los planteles escolares, muchos de ellos con deficiencias graves en los servicios básicos de higiene y equipamiento.

También está la incompetencia para el manejo del idioma propio y  por lo menos uno, el inglés como adicional. Y por último, en 2019 ya habrá nueva administración federal, y siguiendo la tendencia, el que llega, poco quiere saber de lo que hizo el que se fue.

Así las cosas Inge, este nuevo modelo es otra tomadura de pelo de aquél que firmaba ante notario sus compromisos.

celayacorella@hotmail.com