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"Opinión"

"Star Wars 'The Last Jedi': Ópera Magna de los políticamente correctos"

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    Advertencia: Esta columna pudiera contener spoilers de la película. Si no la han visto, no se pierden mucho.

     

    En la última entrega de la saga de Star Wars, o mejor dicho "Social Justice Wars", vemos como posicionan a minorías étnicas y personajes femeninos directamente en tu cara para establecer un punto, en lugar de narrar una historia verosímil.

     

    Además de tener una narrativa repleta de "deus ex machina" y chistes pueriles, The Last Jedi está llena de clichés provenientes de la agenda de lo "políticamente correcto".

     

    México ha cambiado, para bien o para mal. Aunque ya no somos soberanos de nuestros recursos naturales y nuestras libertades cada vez son más decimadas, hay uno que otro avance. Por ejemplo, tenemos a varias mujeres contendiendo en la carrera para la Presidencia de la República y personas del mismo sexo pueden contraer matrimonio en nuestra capital. Muchos de estos escenarios serían difíciles de imaginar hace 20 años.

     

    Podemos observar esta tendencia incluyente en la galaxia de Star Wars. El nuevo aprendiz de Jedi listo para patear traseros es una joven e independiente mujer, sus amigos son un carismático robot esférico y un sensible ex Stormtrooper que resulta ser negro, digo, afroamericano... aunque el es británico... mmm ¿ya me metí en problemas?

     

    Seguramente ya ofendí a alguien, atrapado en el rayo tractor de lo políticamente correcto; sin poder escapar de él aunque intentara salir disparado a través del hiper espacio hasta el borde exterior de la galaxia.

     

    No quiero que me malinterpreten, me encantan los personajes femeninos empoderados. Carrie Fisher lo hizo muy bien en la primera trilogía de Star Wars y Sigourney Weaver lo hizo magnífico en la trilogía de Alien.

     

    Pero en The Last Jedi se volaron la barda. Muestran a todos los personajes masculinos como berrinchudos e impulsivos, y a todos los personajes femeninos como ecuánimes y sabios. No tengo nada en contra de este escenario, pero esto es Star Wars, el resultado es simplemente absurdo y ridículo.

     

    Lo políticamente correcto tiene buenas intenciones detrás de su filosofía. La premisa es ser incluyente y sensible al describir etnicidad, religión, orientación sexual, discapacidades físicas u otros atributos. Como ejemplos tenemos: "Caucásico" en lugar de "blanco", "indígena" en lugar de "indio", "persona con capacidades distintas" en lugar de "minúsválido", u "Operador de la Fuerza" en lugar de "Jedi". El repertorio de eufemismos sigue y sigue creciendo.

     

    Muchos pueden argumentar (entre ellos, su servidor), que lo políticamente correcto ha llegado al punto donde debemos ser hipersensibles y cuidadosos con todo lo que decimos para evitar ser tachados de inhumanos. Y aunque muchos lo ven como una broma, es un tema muy serio, ya que busca modificar nuestro vocabulario, pensamientos e incluso nuestra conducta, con el único fin de no hacer "sentir mal" a alguien más.

     

    Lo políticamente correcto es un Marxismo Cultural (Comunismo cultural), Marxismo extrapolado de lo económico a lo culturalm. El Marxismo clásico postula la visión de una sociedad sin clases (a grosso modo); es decir, una sociedad no sólo con las mismas oportunidades, sino también con las mismas condiciones. Esto representa un gran problema dentro del contexto social y conductual, ya que esta visión contradice la naturaleza humana.

     

    Otra analogía es la expropiación. La economía Marxista expropió las propiedades de la burguesía y la entregó al Estado (como representantes de los trabajadores y campesinos). El Marxismo Cultural busca la representatividad de grupos considerados como minoría en rubros que normalmente no les competería. Un ejemplo es la "discriminación positiva" (o "acción afirmativa").

     

    Ésta busca la aplicación de políticas encaminadas a favorecer ciertos grupos minoritarios que históricamente hayan sufrido discriminación, con el objetivo de buscar el equilibrio de sus condiciones de vida al general de la población; por ejemplo, creando cuotas de género o identidad sexual en establecimientos educativos o puestos laborales.

     

    La principal crítica de esto es que favorece injustamente a grupos de personas basándose en cuestiones que son ajenas a sus méritos y habilidades. Sin embargo, sería políticamente incorrecto mencionar este punto.

     

    En un inicio, ser políticamente correcto implicaba eliminar el miedo que sentían las minorías al tratar de ser escuchados, y de asegurarse de que todos se sintieran cómodos y seguros en sus ambientes; empero, hoy en día hace completamente lo contrario, limitando el libre pensamiento y la palabra autónoma para evitar ofender a un pequeño grupo de personas que son incapaces de controlar sus sentimientos.

     

    Esto representa un grave problema para la sociedad. En un mundo ideal, ser políticamente correcto sería lo idóneo; no obstante, no vivimos en un mundo ideal. En lugar de crear individuos que se ofenden tras la más mínima transgresión, deberíamos estar formando individuos capaces de lidiar con sus propias emociones y que sean capaces de formar su propio criterio. Personas que se enfoquen en los problemas reales, personas que se molesten por la Ley de Seguridad Interior en lugar de personas que se molesten por que no se refirieron a ellos por su "género adecuado".

     

    Tan fácil es tratar a los demás como te gustaría que te traten a ti y ser buena onda con todos. A mucha gente le gusta complicar las cosas.

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