"Tiempos de definiciones"

 

Un Estado requiere para su desarrollo no solo buenas intenciones, sino acciones que demuestren que los pasos a dar son los que más convienen a las mayorías, no solo a quienes las promueven.

 

El Congreso del Estado en Sinaloa pasa por momentos de definiciones, en las que parece estar dispuesto a aprobar reformas y dictámenes que tienen impacto no en la mayoría de sus habitantes, sino solo en unos cuantos.

 

Ya pasó la reforma a la Constitución local en la que los legisladores del PRI, del PAS y Nueva Alianza votaron a favor de que el pleno del Congreso del Estado revise, discuta y apruebe, o en su caso, rechace las cuentas públicas de los gobiernos Estatal y municipales.

 

Ahora toca, este jueves, que los legisladores voten un “maratón” de dictámenes de cuentas públicas, entre las que se encuentran las cuestionadas del Gobierno de Mario López Valdez, y demuestren de qué están hechos.

 

Porque en la reforma que ha permitido que los diputados dejen de lado su tarea fiscalizadora, ninguno de los que votaron a favor tomaron la tribuna para defender su propuesta, contrario a quienes decidieron posicionarse en contra y fijaron su postura ante todos.

 

Ahora, en las cuentas públicas, que dejaron el paquete completo para una sola sesión, deberá ser un momento de definiciones, que demuestren de qué están hechos los diputados y si son capaces de argumentar el sentido de su voto.

 

Mantener silencio ante las decisiones que toman no debe ser una prerrogativa para los servidores públicos que cumplen una representación de todos los sinaloenses. Callarse es sinónimo de opacidad y falta de transparencia. Y los sinaloenses tienen derecho a saber no solo qué hacen sus representantes, y por qué.

 

La sesión del Congreso del Estado de este jueves será un momento de definiciones, en la que cada uno de los diputados que asistan, deberán mostrar la estatura política y el compromiso moral que tienen con los sinaloenses, no solo votando a favor o en contra, sino argumentando el sentido de sus decisiones.

 

Sinaloa no merece políticos que pretenden convertir el ejercicio público en un patrimonio personal y privado. Los sinaloenses, necesitan de políticos que defiendan el interés de lo público, de lo cual, pocos se han atrevido.