|
"Opinión"

"Una mayoría de izquierda en el Congreso"

""
14/02/2018

    Carlos Elizondo Mayer-Serra

    @carloselizondom

    Profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey

     

    Es aún pronto para saber quién va a ganar la Presidencia. Recuerden febrero del 2006. López Obrador parecía tener el triunfo en la bolsa. Democracia es incertidumbre. Sin embargo, sí sabemos la composición que tendrá el Congreso: habrá una mayoría de izquierda en ambas Cámaras.

     

    Uso el término izquierda como se utiliza en México, es decir, incluye a las futuras bancadas de Morena, PRD, Movimiento Ciudadano (MC) y PT. Sus acciones recientes y muchas de sus propuestas eran de izquierda si acaso en los años 60. Hoy son posiciones obsoletas. 

    Estos cuatro partidos juntos lograron el 28.2 por ciento del voto en las elecciones federales para diputados del 2015. Hoy están mejor posicionados. La intención efectiva de voto sólo de Morena (es decir asumiendo que el elector indeciso o el que no contesta lo hará en la misma proporción que el decidido), es de poco más de 30 por ciento. Casi 4 veces lo que obtuvo hace tres años. Dado este increíble crecimiento, su dueño, López Obrador, tiene espacio para invitar a cuanto prófugo de otros partidos encuentre, desde la panista Gabriela Cuevas, ex jefa delegacional en Miguel Hidalgo en la Ciudad de México, a la Diputada priista Irma Leticia González Sánchez, de Guanajuato. Esta “apertura” le ha ido permitiendo construir una base electoral en zonas del País donde antes la izquierda prácticamente no existía, como en buena parte del norte y en el Bajío.

     

    A pesar del buen desempeño previsto para Morena, no parece que le pueda alcanzar para obtener por sí mismo la mayoría. Ahí es donde entra la increíble negociación del PRD y MC con Ricardo Anaya en la conformación del Frente. El PRD viene de bajada, hoy tiene en intención efectiva de voto según las últimas encuestas, de alrededor de 7 por ciento. MC algo similar. Anaya, cuyo partido tiene una intención de voto de alrededor de 23 por ciento, para quedarse con la candidatura presidencial, les dio a ambos partidos la mitad de las posiciones que se van a disputar en el legislativo federal. Si al Frente le va bien, se pueden llevar una buena tajada del Legislativo. El presidente del PRD calcula que pueden tener unos 80 diputados. Hoy tienen 52. MC tiene hoy 20 y puede obtener un número similar al PRD.

     

    Anaya sacrificó muchas posiciones del PAN en aras de la candidatura presidencial. Si gana la Presidencia, tendrán el premio mayor, aunque deberá navegar con un Congreso donde la bancada del PAN estará lejos de la mayoría. Tendrá una alta dependencia de sus socios en el Frente para poder gobernar. En el caso de perder la Presidencia, el PAN contará con una bancada en la Cámara de Diputados menos grande respecto a su peso específico. En la de Senadores, dada la sobre representación de la primera mayoría (que se lleva dos escaños por estado y el Frente les puede permitir ser más exitoso en esta tarea), les puede ir un poco mejor, pero aun así estarán lejos de la bancada de Morena.

     

    Finalmente, si las tendencias actuales de votación por el PRI se sostienen, el antaño partido hegemónico se perfila para terminar en un sombrío tercer lugar. Con ello, perdería la Presidencia y podría ver disminuida de forma severa su bancada legislativa. En el Senado, si pierde la primera mayoría en un número significativo de las entidades, lo cual hoy parece ser bastante probable, podrá tener una bancada particularmente pequeña. 

     

    Así, con López Obrador o con Anaya como Presidente, la fuerza más importante en el Congreso será la izquierda. Fragmentada, pero con ciertos objetivos comunes. 

     

    En el caso de ser López Obrador el ganador de la contienda, esto no le llevaría en automático a tener una mayoría en el Congreso. Quienes se han quedado en el PRD son precisamente los miembros más distantes a López Obrador tanto por razones ideológicas como personales, pero tendrán simpatías naturales con algunos de sus proyectos y serán interlocutores más fáciles que el PAN. Por su lado, MC tendrá como proyecto apoyar a Enrique Alfaro, seguramente el futuro gobernador de Jalisco, con lo cual a cambio de recursos por ese estado estarán dispuestos a negociar más de uno de los proyectos de López Obrador.

     

    Es muy pronto para hacer especulaciones y también común arrepentirse de las que uno hace. Sin embargo, una se perfila como altamente probable: tendremos por primera vez en la historia de la democracia mexicana, un Congreso con mayoría de izquierda. 

     

    Hay una incertidumbre adicional: cómo jugará el PRI ya sin el yugo de los tecnócratas (a uno en particular culparan de su derrota) y sus reformas estructurales. Una cosa es ser opositor del PAN, su enemigo histórico en términos ideológicos, otra muy distinta serlo de un ex priista como López Obrador, quien dejó al PRI en reacción al triunfo de los priistas neoliberales. López Obrador cree sinceramente que los problemas de México empezaron con el gobierno de Miguel de la Madrid y sus políticas neoliberales. ¿Cuántos priistas no piensan igual?

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!