"Van a juicio las trácalas del PAN. Sinaloa lo castigará en las urnas"

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Resultará prácticamente imposible que el Partido Acción Nacional estructure victorias electorales en Sinaloa o que le produzca votos a Héctor Melesio Cuén Ojeda para que llegue al Senado. Conforme se acerca el día de la votación los panistas se unifican más, pero en contra de cabecillas, camarillas y decisiones que conducen al PAN a la quiebra política y moral.

 

El revés en las urnas para el PAN solamente es alterable si el Partido Sinaloense le tiende la mano para salvarlo del precipicio en que está a punto de caer. Y si acaso lo salva será para que vaya al patíbulo que ya está instalado y al cual el Tribunal Electoral, sea estatal o federal, le dará el primer jalón a la cuerda.

 

Era de esperarse que la defensa y rescate del Partido Acción Nacional en Sinaloa viniera de la militancia, harta de ver cómo la élite voraz en turno lleva a estas siglas al descrédito.  Esperar a que reconvinieran sus errores aquellos que convirtieron al PAN en la orgía de las codicias, es tan inútil como el claxon de un avión.

 

En medio de la descomposición causada por el grupo que tiene el control panista, ocurre el prodigio de la voluntad por redimir lo que queda del bastión albiazul sinaloense. Constituye un hecho inédito que 240 militantes interpongan ante el TEE 18 juicios de nulidad del procedimiento para asignar candidaturas plurinominales a diputados locales y regidores.

 

Esto significa que los panistas sinaloenses ya empezaron a construir el cadalso político para su dirigente estatal, Sebastián Zamudio, y los coadyuvantes en la crisis partidista. Adolfo Rojo, Alejandro Higuera, Carlos Felton y Jorge Villalobos, entre otros, habrán de rendir cuentas, pronto, de la suciedad que dejan a su paso.

 

Sinaloa necesitaba a un PAN dispuesto a aportar los indispensables equilibrios políticos, no a un partido mimetizado con conductas y mafias a las que el sufragio busca desterrar. Quiere a los de mejores convicciones e intenciones frente a las candidaturas, no a esposas, amigos o cómplices llenando la boleta electoral.

 

Y Acción Nacional no quiso hacerlo. El actual proceso comicial es el catálogo completo de las prácticas que convierten al PAN local no en partido sino en colmena de abejas africanas. El enjambre azul custodiado por los osos del oportunismo que se relamen por la miel del poder, resignados a que las avispas son bravas y por lo tanto no saldrán ilesos de tal bacanal.

 

Es también la antítesis de la política, entendida esta en su acepción pura como la ciencia que propone buenos gobiernos, sociedades organizadas y participativas, así como estados al servicio de los ciudadanos. Acción Nacional va a la inversa en Sinaloa: acude a la anarquía y la imposición de ambiciones particulares o grupales por encima del interés general.

 

Eso es lo que ha llevado a muchos panistas a dar pelea por la reivindicación moral del PAN, lucha que una vez que pase la elección constitucional habrá de generalizarse en el País ante el desastre ideológico y programático que dejarán Ricardo Anaya y sus huestes forajidas que pretenden llegar a Los Pinos sin importar cómo, con quiénes y para qué.

 

Para los condiscípulos de Anaya en Sinaloa el castigo no será menor; en política las perversidades se regresan invariablemente hacia quienes las urden.

 

 

Re-verso

Pronto las urnas darán,

El dictamen ineludible,

Y claro, será imposible,

Paliar la pena con PAN.

 

 

La muralla civil 

La fuerza de la sociedad mexicana, representada por organismos no gubernamentales que libran arduos combates contra el autoritarismo, corrupción y opacidad, ganó ayer una batalla en el Senado al no avanzar en Comisiones la Ley General de Comunicación Social, alias “ley chayote”, que permite gastar 60 mil millones de pesos en el Gobierno de Enrique Peña Nieto para comprar líneas editoriales de medios de comunicación y conciencias de periodistas. Vayamos fuertes para que la Cámara alta la rechace en definitiva.