|
"EDITORIAL"

"Vuelta de timón"

""
22/01/2018

    Editorial

    México se encamina este año a unas elecciones que se prevén inéditas en la historia del país.

    Hay elementos que sugieren que así será; la expectativa en el Partido Revolucionario Institucional de conservar el poder después de haberlo recuperado tras 12 años de alternancia panista; el surgimiento de un frente opositor que aglutina al Partido Acción Nacional, considerado de derecha y conservador, el Partido de la Revolución Democrática, autonombrado de izquierda y progresista, y el partido Movimiento Ciudadano, una mezcla de centroizquierda, lo que sea que eso signifique; y el salto al ruedo del partido Movimiento de Regeneración Nacional, liderado por el dos veces candidato a la Presidencia de México y precandidato para una tercera vez, Andrés Manuel López Obrador.

    El ascenso en las preferencias que mantiene este político, lo ubica como principal contendiente y carta fuerte para ganar en la contienda presidencial del 1 de julio.

    Estas consideraciones no son ignoradas por los ciudadanos y mucho menos por quienes han hecho de la política su modus vivendi.

    Todos los días se escucha que tales o cuales militantes, afiliados o simpatizantes de tal instituto político renuncian a éste para adherirse al apoyo del político tabasqueño.

    Y no solo ciudadanos, también liderazgos dejan sus partidos para unirse a López Obrador.

    El fenómeno de cambiar simpatías o siglas no es nuevo, sin embargo, llama la atención que ahora lo hagan por el principal contendiente quienes tiempo atrás fueron sus detractores, sus críticos e incluso sus acusadores.

    Al respecto, el precandidato está aceptando todas las adherencias con su característico sentido del humor y bajo el argumento del bienestar de la patria.

    Pero, pecando de mal pensados, no deja de ser sintomático este repentino “despertar” de quienes siempre han vivido de los dineros públicos.

    No deja de despertar suspicacias que ahora olviden sus convicciones, si es que alguna vez las tuvieron, y den una brusca vuelta de timón.

    Es de humanos errar, y de sabios cambiar de opinión, pero tantos no pudieron estar equivocados siempre y tantos no adquirieron la sabiduría de repente.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!