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"Minerva Lizárraga"

 

DESDE MONTERREY. Y COMO LES HABÍA YA CONTADO ME VINE AL SHOWER QUE LE ORGANIZÓ FLORY GARZA DE VILLARREAL A MI NIETA, MINERVA CASTELLANOS... Fue un shower que me llevó de sorpresa en sorpresa. En Monterrey saben hacer las cosas bien y en grande. A la entrada del salón había como 120 portarretratos con una foto de los novios y la agenda de los festejos de la boda, que será el 22 de abril en una hacienda de San Miguel de Allende, Guanajuato. Y dice: viernes 21, 10:30, salida Torneo de Golf Club Ventanas. 19:45 horas, salida Callejoneada frente a la parroquia de San Miguel Arcángel, nada de mariachi, será con banda sinaloense y antorchas. De 21:00 a 23:00 horas, coctel de bienvenida, restaurante El Tres. Sábado 22, ceremonia religiosa, templo de San Francisco, 20:00 horas, Recepción. Boda. La troje de los Senderos. Pero volvamos al salón del shower. Un biombo gigante con más portarretratos y al lado un candelabro antiguo de metal patinado. Una mesa con un jarrón de porcelana como de 1.20 metros de alto con un sorprendente arreglo, como de 500 flores, me llamaron la atención los alcatraces morados y blancos, ahí firmaban las elegantes invitadas. A la derecha, una mesa antigua con otros dos jarrones enormes con flores multicolores y como temática La Catrina y su pareja, vestidos de novios. Nos recibieron la bella Flory y el diseñador de eventos Ricardo Huerta, a quien felicitamos porque para donde volteábamos, veíamos su creación. Una mesa con costales donde enviaban el cacao en la época colonial, jarras, molinillos y cacao. En otra mesa rústica un árbol de la vida. Cada mesa tenía un arreglo de rosas moradas con flores de la estación y al fondo la mesa del bufet, también con rosas y la pareja de los catrines vestidos de novios… ALGO QUE NOS PARECIÓ MUY ORIGINAL fue que una señora, micrófono en mano, nos contó cómo el chocolate, que los mayas inventaron, fue enviado a España para que el Rey, “¿cuál Rey?”, preguntó y fue Minerva mi hija la que levantó la mano y dijo Carlos Quinto. Hubo maridaje y regalos de chocolates finos Caramela. Después hubo una cata de vinos, el rosado, originario de La Rioja España y el tinto de la región de los castillos del Loire. Y toda la tarde-noche los meseros no dejaban una copa vacía. Nuestra mesa era la única en donde Sinaloa estaba presente con Lulú Bon, Mónica Orozco Peimbert, Ana Luisa Lichter, Tatiana Martínez, Paty Villarreal, Sara Deschamps, Minerva de Castellanos y su servidora. Para variar fui de las elegidas para decir una frase, les dije: El matrimonio es una sociedad de elogios mutuos y que una boda es la fiesta de fiestas en una familia y sus amigos. La prueba es que hace 2 mil años, Jesús estaba feliz en una boda en Canan, y cuando el vino se acabó, él convirtió el agua en vino para que la boda continuara… LA MESA DEL BUFET, COMO LES CONTABA, tenía una decoración de arrancar suspiros. Y todo era petite for y finger food. O sea los taquitos eran tan chiquitos como una moneda de 10 pesos doblada, las brochetas miniatura, parecía cena mexicana francesa con copistas de aguachile pequeñitas. Los postres eran como de concurso de chefs, todo petite y exquisito. No era candy bar, era de nuevo las flores en jarrones de cerámica de más de un metro de alto, con profusión de flores y alrededor, los postres franceses que no nos hubiéramos imaginado. Las señoras de Monterrey todas muy fashion, no es ropa de mall, es de diseñador. Flory, la futura suegra de Minerva, lució un vestido de encaje nude y gasa. Sus hijas, Flory y Marcel, a la última moda también. Más tarde llegaron Genaro Villarreal, acompañado del novio, Mauricio. Como ya le habíamos contado, Flory, que es linda y la quiero más porque se fue enamorada de Culiacán, es arquitecta y pintora reconocida, y como es perfeccionista, entre ella y Ricardo, el diseñador de eventos, convirtieron un salón en algo así como El jardín secreto del libro y la película inglesa. Un Dj ponía el ambiente y después de cenar se generalizó el baile. No es común que en Monterrey las señoras se paren a bailar en una despedida de soltera, pero al rato no cabíamos en la pista. Todo fue alegría.

 

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