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"MAZATLÁN"

"‘Afloran’ desventajas por el Olas peatonal en Mazatlán"

"Estiman en comercios que hace falta mayor vigilancia ante asaltos, música a volumen alto, venta de alcohol y presuntamente drogas"

La modalidad peatonal en Olas Altas de cuatro días a la semana trajo beneficios para algunos negocios, pero también molestias para aquellos que enfocan sus ventas al mercado familiar.

“Por el día todo bien, siempre están al pendiente, hay policías tanto en bicicleta como caminando o en patrullas, pero en la noche no sé, se les sale de control y más cuando no pueden circular en las patrullas”, comentó la trabajadora de una joyería, en la zona de Olas Altas.

Noroeste realizó un sondeo por la zona, luego de que vecinos del Centro Histórico se reunieran con el Secretario de Seguridad Pública para denunciar una “ola” de asaltos, música alta y exceso de venta en bebidas alcohólicas en Olas Altas por lo que se llegó al acuerdo de que, en lugar de 11 elementos de policía haciendo rondines, serán 20 los que se encargarán de patrullar la zona.

Personal de negocios denunció que la venta de alcohol es excesiva y que el Paseo Olas Altas se ha convertido en un lugar para el “libre” consumo de estupefacientes a la vista de las familias que gustan de caminar por la zona.

“Yo, personalmente, la pienso dos veces para venir con mis hijos, es una barbaridad, todos los jóvenes con su ballena en la mano, y otros con su churro de mota”, expresó una persona de la zona.

En cuanto a la seguridad, un trabajador de un bar de la zona comentó que hace dos semanas quebraron una ventana y se robaron la caja registradora del centro de trabajo.

“Yo tengo un año trabajando aquí, y nunca había pasado nada, pero como hace 15 días quebraron la ventana y se robaron la caja registradora, pero después de eso, no hemos tenido problemas”, comentó Mauri.

Mientras que una trabajadora de una farmacia que tiene alrededor de un mes abierta al público, relató que hace algunos días al negocio llegó una persona, vio los productos y se marchó sin comprar nada lo que levantó algo de sospecha.

“Eso le sucedió a la compañera del turno de las cinco en adelante, llegó una persona ‘malencachada’, con aspecto raro y se puso a ver los productos y mi compañera no sabía qué hacer, se asustó y ni a quién gritarle porque no pasaba nadie”, compartió Leslie.

 

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