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"LLUVIAS EN CULIACÁN"

"Aguaruto: con el agua hasta las rodillas"

"Las fuertes precipitaciones del miércoles causan estragos en la sindicatura, donde unas 50 familias ven perdido su precario patrimonio"

"¿Qué necesitan, ya comieron?", pregunta Jesús Valdés Palazuelos, Alcalde de Culiacán a José Luis, un habitante de Aguaruto, de la colonia de Las Coloradas. Él, con el agua arriba de sus rodillas por la histórica lluvia suscitada en la madrugada y parte de la mañana, le dice que no, que hoy, pasadas de las 11:00 horas, él y su esposa no han comido.

Pero es evidente que esa no es su mayor preocupación, lo que más inquieta al ayudante de albañil es saber dónde dormirá hoy, dado que su cama más que un mueble para dormir, parece una balsa moviéndose entre el agua en su humilde vivienda.

La marca de agua está impregnada dentro de su vivienda, dice que hubo un punto en que el nivel de agua les llegó hasta la cintura, pero que ya está un poco más bajo. Él y Norma Alicia, su esposa, tienen siete meses viviendo en esa casa, no tienen muchas cosas dentro de ella, no les alcanza para meter más muebles, bromea José Luis.

Al entrar a su casa se ve que trataron de salvar lo más importante, lo que más necesitan, José Luis desconoce si el refrigerador aún sirve. "No lo quiero abrir", dice con una voz cortante y nerviosa, el aparato es viejo pero representa mucho dentro de lo poco que se ve en su vivienda.

Cuenta que entre las 3:00 ó 4:00 horas empezó la lluvia; él sabe que con una ligera precipitación el agua entra a su casa, está al tanto que los palos sacados de los huacales que se encuentran en la calle y los plásticos que cubren su casa no son suficientes para que el agua no ingrese a su vivienda.

El hedor del agua es fuerte, el cadáver de un tlacuache flotando afuera de la vivienda de José Luis es una explicación del por qué de ese olor; afuera de la vivienda el olor es tolerable, pero dentro de ella es insoportable. Es por eso que don José se queda fuera de la casa, probablemente por eso no está muy preocupado de sí ya comió, ese olor mitiga cualquier impulso de tomar alimento, o también puede ser que simplemente más que comer, lo que más le preocupa es saber cómo y dónde dormirá hoy él y su esposa.

Fueron 85.6 milímetros de agua lo que cayeron hoy en Culiacán, según Conagua, es la cifra más alta en un periodo de 24 horas en la capital de sinaloense desde 1988, año en que llovió 89 milímetros en la capital del Estado.

Jesús Valdés Palazuelos camina entre las aguas sucias preguntando a los habitantes qué es lo que necesitan, lo acompaña un séquito de trabajadores que va entregando despensas y láminas a las personas que se lo solicitan.

Un matrimonio de avanzada edad se acerca con el Alcalde, apenas puedan caminar entre el lodo y el agua, se aproximan a pedirle ayuda, perdieron todo, viven en una casa sin techo, lo poco que tenían quedó inservible, Jesús Valdés se compromete a apoyarlos.

Los únicos inocentes y despreocupados son los niños, ellos sólo ven agua en la que se divierten salpicándose los unos a los otros, sonríen a los lentes de las cámaras de los reporteros mientras corretean dentro de los inmensos charcos que dejó la lluvia.

Pero los padres de ellos si están preocupados, la despensa que incluye harina, aceite, té de manzanilla, frijol pinto envasado, arroz, lentejas, atún, leche en polvo, verduras, pastas integrales y cereal de trigo no mitiga el miedo de qué es lo que harán a partir de mañana para salir adelante, la incertidumbre es latente; y es que siempre que llueve es normal que el agua se meta a sus viviendas, pero hoy fue algo histórico, no habían vivido una lluvia tan intensa como la que se vivieron la madrugada y parte de la mañana.

Nadie se responsabiliza de lo que hoy se ve en Aguaruto; el Alcalde dice que construyeron encima de lo que antes fue una laguna, y que muchas de las personas que viven ahí, invadieron. Lo que es un hecho que la lluvia de hoy dejó a varias familias sin nada. lo habitantes acusan que no les pavimentan, y que además no fueron notificados de la fuerte lluvia que se avecinaba.

Por lo pronto, el Ayutamiento está apoyando con enseres domésticos, medicinas, despensas y apoyos de vivienda, ya se coordinaron con la Comisión Federal de Electricidad para que dentro de la brevedad tengan energía eléctrica de nuevo.

Lo peor no ha pasado, con esta lluvia algunas familias quedan sólo con lo que el Ayuntamiento les puede dar, muchos de ellos tendrán que comenzar de nuevo; buscar dónde dormir, qué comer, qué vestir, qué calzar, cómo construir lo que las lluvias se llevaron el miércoles. Basicamente empezar desde cero.

 

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