|
"Medicina del Deporte"

"Anfetaminas y ‘deporte’"

"Amigo lector de Noroeste, en todo el mundo lo que se quiere es vivir en paz, pero como personas qué estamos haciendo..."
MEDICINA DEL DEPORTE

Amigo lector de Noroeste, en todo el mundo lo que se quiere es vivir en paz, pero como personas qué estamos haciendo, y como personas que realizamos actividad física, en qué contribuimos para que haya respeto por la vida, respeto por el espacio e ideas de quien nos rodea.

Desde el punto del deporte qué hacemos, por ejemplo vemos en televisión que en ciertos deportes los jugadores salen acompañados por niños que les recomiendan que haya juego limpio, esto puede manejarse como un mensaje positivo, pero cuando vemos también los pleitos, amarre de resultados, conductas antideportivas (palabras y señas obscenas, fumando, etc.), deportistas dopados, con o sin consentimiento.

Por ejemplo en el deporte amateur, con frecuencia vemos que el “deportista” con tal de aparentar un buen entrenamiento consume analgésicos antes de la competencia “que para aguantar”, no amigo, eso es trampa, hasta no demostrar lo contrario.

Bien, las anfetaminas son “pastillas estimulantes”, su efecto es alto sobre el sistema nervioso central. Las anfetaminas son simpaticomiméticas, su acción estimula la de las hormonas simpáticas, epinefrina y norepinefrina, estos estimulantes (dexedrina y bexedrina) van a elevar la presión sanguínea, frecuencia de pulso, gasto cardiaco, frecuencia respiratoria, metabolismo y glucosa en sangre, todos estos niveles aumentados hacen que el pseudo deportista entre en un periodo de excitación, lo que pone en peligro la vida.

El consumo de cinco a veinte miligramos, y dependiendo del individuo, su efecto dura en promedio 30 a 90 minutos después de su ingestión. Aparte de ocasionar un nivel activado de la función simpática, se cree que las anfetaminas aumentan el grado de consciencia y el estado de alerta, además de la capacidad para ejecutar cantidades aumentadas de trabajo, esto se logra deprimiendo la sensación de fatiga muscular, por lo tanto, no es sorprendente que los atletas a menudo utilicen anfetaminas con la esperanza de ganar una amplia ventaja ergogénica.

Peligros en el consumo de anfetaminas. Primero que nada no es ético ni para la salud, ni para el resultado de la competencia. Al individuo le va a causar dependencia (deportista “drogadicto”) fisiológica o emocional. Esto trae a menudo dependencia clínica de los “estimulantes” (anfetaminas) o “tranquilizantes” (barbitúrico), éstos últimos se consumen para disminuir el efecto excitado.

Al disminuir la defensa natural del organismo, el individuo se expone a sufrir daños irreversibles en su salud, que incluso pueden llevarlo a la muerte, a estados depresivos y dolores insoportables de cabeza.

 

epical_med@hotmail.com

 

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!