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"Atracos al alza"

"Así actúan los asaltacasas"

"Pueden hacerse pasar como vendedores amistosos para 'sacarte' información. También los puedes ver en tu colonia todos los días aunque ahí no vivan. En cualquier caso, sé precavido"

Se esconden, te observan, lo hacen durante días, tal vez semanas. Cuando aparecen, lo hacen como extraños amistosos. Simulan ser vendedores y pueden convencerte para que los dejes entrar.

Te dicen que les gusta lo que hay en tu casa. Y es verdad: entran, te roban y no los vuelves a ver.

El robo a casa habitación es un tipo de delincuencia estructurada que opera en Sinaloa, principalmente en Mazatlán, de acuerdo a las estadísticas de la Fiscalía General. Se convirtió en un verdadero dolor de cabeza y, lo peor, es que la cifra negra de este delito es incalculable: hay miedo.

La Fiscalía General del Estado establece que desde enero de este año se tienen documentados, hasta el 30 de junio, 211 casos de robos a casa habitación, de los cuales 35 fueron con violencia.

Las autoridades se reparten la responsabilidad. Por un lado, la FGE dice que esta a cargo solamente de los delitos consumados, mientras que las policías preventivas aseguran que pueden evitar los robos a menos que haya una denuncia.

Es prácticamente la misma respuesta, pero lo niegan. Ambos piden que se consumen los robos para poder actuar.

La respuesta ciudadana a la posición de las autoridades es contraria, porque ellos quieren que eso no suceda y es lógico, nadie quiere que le quiten lo que le costó días de trabajo, tampoco quieren sentirse invadidos ni observados.

En el caso concreto de Culiacán, se han creado redes vecinales, al menos 10 registradas por la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, que podrían presumir tener un sistema de seguridad más complejo que las autoridades, tanto que éstas últimas han optado por aliarse y adaptarse.

 

 El modus operandi

“Cuidado! No piensen que uds. no dan el perfil, ni tienen nada que les roben, somos una pareja de adultos mayores y fuimos asaltados, de forma peliculesca 2 tipos armados vestidos de negro y encapuchados se metieron a nuestra recámara a las 3:30 am, nos mantuvieron cubiertos de la cabeza y amenazando de muerte cada minuto por aproximadamente 1 hora, se llevaron de nuestra casa lo que quisieron, pedían joyas y dinero, cosa que no tenemos, se llevaron nuestras identificaciones, licencias, tarjetas bancarias y llaves de los carros. Cuídense por favor”.

El mensaje anterior se tomó tal como se escribió en las redes sociales de un grupo ciudadano que se formó en Culiacán por el alto índice de robos, asaltos y asesinatos que han sucedido en sus colonias y fraccionamientos.

Por su seguridad y solicitud de los grupos no serán publicados los nombres de las organizaciones ni apellidos de los integrantes.

“No todos denuncian ante las autoridades porque les da miedo que esos delincuentes vuelvan y les hagan algo, porque ya saben dónde viven y quienes son”, dice Martín, miembro de uno de los grupos.

La organización a la pertenece Martín tiene contabilizadas las veces en que han sido asaltados dentro de las casas. Hicieron con tablas de contabilidad un sistema electrónico para documentar cómo sucedieron los hechos, cómo son las personas que atacan y de qué manera lo hacen.

El perfil común de los ladrones es de personas con un físico y una vestimenta estereotipada: son jóvenes y delgados, que usan pantalones vaqueros deslavados, playeras de manga corta, normalmente negras o de colores rojo con blanco, tipo polo, con estampas de logotipos de marcas caras, zapatos cerrados, gorras para cubrir su rostro y con celulares en mano, normalmente baratos, desechables.

También tienen documentados a personas adultas, pero con otro tipo de vestimenta: normalmente como de vendedores. Incluso suelen traer carros de mandado, para simular ser vecinos aunque nadie los reconoce.

“No son difíciles de identificar, son los clásicos punteros, que nomás andan viendo quién viene y quién va. Nadie los conoce, pero siempre están ahí en las calles, afuera de las tiendas o en motos y de pronto te los encuentras viendo en las casas”, describe Daniel, miembro de otro grupo ciudadano.

A esas personas se les puede ver en distintas horas, estudiando cuándo se quedan solas las casas, viendo si tienen perros o sistemas de alarma. Ven si las paredes de los patios son altas, si las puertas tienen más de una herradura, si las protecciones son fáciles de quebrar. Ven todo.

“Uno de los vecinos vio cómo uno de esos muchachos estaba adentro de una camioneta volando un dron sobre las casas. Nadie lo conocía y no podemos decir que era para robar, pero qué otra cosa te puede hacer pensar que traigan un dron sobre las casas”, dice Martín.

También hay quienes se hacen pasar por vendedores para entrar a las casas, y desde dentro hacen un estudio similar: ven puertas, ventanas, sistemas de seguridad y qué es lo que se pueden llevar fácilmente.

La Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal sostiene que los robos a casa habitación suceden, la mayoría de los casos, durante el día, a plena luz, cuando las casas quedan deshabitadas, porque de esa manera los ladrones pueden tener un margen de error mínimo.

Sin embargo, también lo hacen cuando hay personas dentro de los hogares y, normalmente, son casos violentos.

“Les informo que una sra. en bancoppel llegó acelerada, pues entraron por la barda de atrás de su casa dos jóvenes empistolados, ahorita como a las 10 am, con la casa de atrás sola. Son dos viejitos. Los taparon con una sabana y les dijeron que si se movían los mataban. Les quitaron llaves del carro, bolsa con tarjetas de banco con dinero y se llevaron en una camioneta al frente las televisiones y otras cosas de valor”, avisa otro mensaje entre vecinos.

 

Ciudadanos contra asaltantes

Los grupos ciudadanos que se han creado en Culiacán para evitar los robos, asaltos y asesinatos son diversos. Los hay desde los que prefieren patrullar por las noches, los que tienen un sistema de vigilancia y de alerta entre mensajes de texto, hasta quienes formulan bases de datos para estudiar a los delincuentes.

“Nosotros sabemos que no vamos a poder contra ellos, porque tienen armas y nos pueden hacer daño”, reconoce Joaquín.

Hay otros grupos que piensan en armarse, capacitarse en el uso de pistolas, como método de reacción, pero son los menos. Aunque esas ideas surgieron por la desesperación de no tener la baja de delitos.

Óscar Guinto Marmolejo, Secretario municipal de Seguridad Pública, dice que en Culiacán hay un grupo de fuerza de mil 300 elementos, entre policías y tránsitos, a los que les toca cuidar a 600 colonias y 17 sindicaturas.

Si se dividieran los policías y tránsitos por el número de colonias y sindicaturas, prácticamente habría dos elementos para cada una de ellas, pero se debe tomar en cuenta que los policías están divididos en tres turnos, lo que complica la operación y la distribución.

El Secretario describe que tener al menos una patrulla por colonia sería lo ideal, que la aspiración es tener al menos 3 mil 500 elementos capacitados para la prevención de los delitos. Pero eso, insiste, es sólo el ideal, la realidad es otra.

La estrategia que tomó la Policía de Culiacán es de coordinación con los grupos vecinales, porque estos han adaptado sistemas de seguridad de mayor alcance.

“Estamos trabajando nosotros con ellos, los vecinos, coordinándonos con ellos con la finalidad de que exista la unión entre ellos y nosotros para poder detectar y en su momento prevenir el robo a casa habitación”, expresa Guinto Marmolejo.

“Nos hemos reunido en varias ocasiones, platicando con ellos, buscando la forma de que haya una comunicación más directa con los jefes de sector de las diferentes áreas, también llevando a cabo pláticas sobre la prevención”.

Esa coordinación comenzó desde noviembre de 2016, con distintas iniciativas ciudadanas que se retomaron por las autoridades de manera momentánea.

Fue hasta enero de 2017 cuando los grupos comenzaron a tener mayor presencia, fue por una situación extraordinaria: el número de delitos de índole patrimonial incrementaron.

  

Asalto a casa, en aumento

En comparación con el 2016, los robos a casa habitación tienen un comportamiento similar, pero con una tendencia, de acuerdo al Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, a la alza.

En la estadística nacional, Sinaloa se encuentra en el lugar 29 de las entidades con mayor número de casos documentados con denuncias ante el Ministerio Público por cada 100 mil habitantes. Los estados con mayor incidencia son Baja California Sur, Colima, Baja California, Aguascalientes y Durango.

A pregunta expresa sobre por qué han incrementado los robos a casa habitación, Guinto Marmolejo dice que no se tiene una respuesta, porque es la Fiscalía la que tiene que investigar y llevar a juicio a los delincuentes.

Sin embargo, la Fiscalía General mantiene cerrados los datos respecto al número de organizaciones dedicadas al robo y las razones del por qué ese delito tiene una tendencia de incremento, aunque al mismo tiempo tiene una impunidad elevada, pues sólo 4 de 471 casos fueron resueltos en 2016, según datos del Poder Judicial.

Los grupos vecinales dicen desconocer las cifras exactas de impunidad, pero que el solo hecho de estar bajo acecho de delincuentes los obliga a mejorar sus técnicas de vigilancia o coordinación entre vecinos.

 

Quiebre

En el primer semestre de 2011 se cometieron en Sinaloa 2.5 robos a casa habitación al día. 

Para el primer semestre de 2016, el indicador cayó a 1.44 diarios. 

En la primera mitad de 2017 promedia en 1.16 atracos a casa habitación, pero de acuerdo a la Fiscalía General del Estado, la proyección es al alza.

Fuente: Fiscalía General del Estado.

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