"Captura en un corto la vida del ‘Ice Man’"

Eduardo Esparza ha dedicado más de 10 años de su vida a la fotografía y al cine, ambas son su pasión. Fue ganador del certamen de cortometrajes Jóvenes en corto con "Estocolmo", en el que aborda las secuelas emocionales de las víctimas de secuestro; recientemente participó con tres fotografías en la muestra Vórtices, ahora está promocionando en diferentes espacios y ciudades su último cortometraje "Ice Man".

Sensible a la realidad que lo rodea, Eduardo Esparza quedó impactado con un personaje que es parte del paisaje oceánico de Olas Altas, le llamó la atención que viviera en una cloaca de aguas residuales que vierte un líquido denso en la famosa bahía porteña.

Lo que más interesó a su percepción fue el orgullo con el que cuenta, al que quiera escucharlo, su adicción a las metanfetaminas, también conocido como “yellow”, “met”, otros le dicen “ice”; hace hincapie en que aún está vivo.

“Por mucho tiempo he frecuentado Olas Altas, al Ice Man lo conocí en 2014, me llamó la atención que viviera en ese desagüe y el orgullo con el que habla de su adicción, y que a pesar de ello sigue vivo.

“No tiene prejuicios para hablar del tema, después de varios años de consumir esa droga está muy deteriorado físicamente, pero no es agresivo”, compartió el director de cine.

Mencionó que en Olas Altas ha habido diferentes personajes que duran algún tiempo instalados en el paseo, cada generación ha tenido el suyo, unos salen del hoyo o terminan en el hoyo, algunos han muerto.

“Me contó que le han vendido droga alrededor de 15 ‘dealers’, a 10 de ellos los han matado. El cortometraje está basado en una investigación sobre esa sustancia que se produce en grandes cantidades en Sinaloa, es una droga que consumen niños desde la edad de 10 años, es extremadamente destructiva, aniquila a los que la consumen, los deteriora hasta matarlos”, expresó Esparza.

“El cortometraje de ocho minutos habla de esa droga y es un retrato de esa persona. El ‘ice’ o metanfetaminas está de moda entre los jóvenes en este momento, su adicción es lo que despertó en mí el interés por hacer este trabajo, también me sorprendió que el consumo cada vez es a más temprana edad, provoca en quienes la consumen una hiperenergía.

“El ‘Ice Man’ tiene muchos conocimientos sobre su cuerpo y sobre los efectos de la droga en él, en un tiempo pensó que podría mantenerse incólume, alimentándose adecuadamente manteniendo su cuerpo afinado, no lo está logrando”.

El director de cine Eduardo Esparza reveló que las imágenes y el diálogo abren una ventana al día a día de un consumidor de “ice”, un solo consumo da una carga de hiperenergía de seis a 10 horas.

“Cuando lo conocí era una persona productiva, trabajaba levantando mesas y sillas en la playa y en los negocios del entorno, ganaba algo de dinero que le servía para comprar droga. En la investigación que hice saltó el dato que es una de las drogas más fuertes y destructivas que existen en el mercado”, comentó.

“Conceptualmente el enfoque del cortometraje Ice Man es introducir al espectador al espacio del personaje y hacerle sentir la presión que produce estar dentro del desagüe que contrasta con la vista del mar. Utilicé cámaras que me dieran la opción de grabar video y fotosecuencias, que le dan una calidad de fragmentación a las imágenes, es un efecto que se llama persistencia retiniana”.

“Por mucho tiempo he frecuentado Olas Altas, al ‘Ice Man’ lo conocí en 2014, me llamó la atención que viviera en ese desagüe y el orgullo con el que habla de su adicción, y que a pesar de ella sigue vivo”.

Eduardo Esparza

Cineasta