"Consideran financiamientos éticos y verdes para pequeños productores"

Uno de los conflictos a los que se enfrentan los productores de alimentos en México y el mundo es contar con mecanismos de financiamiento, y sobre todo, si se trata de un negocio familiar, ya que en ocasiones las instituciones bancarias no los consideran una opción viable para obtener créditos, coincidieron expertos durante el coloquio “Agricultura familiar: cambio climático, biodiversidad e innovación en las cadenas de valor”, organizado por la Embajada de Italia en México, la Comisión Nacional de Conocimiento y Uso de la Biodiversidad  y el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

Desde una perspectiva internacional, Marco Carlizzi, de la Banca Popolare Etica de Italia, informó que la institución que representa es un banco cooperativo popular que opera en España e Italia. Su financiamiento ético es la transparencia, la participación, la sociedad y la eficacia.

Añadió que la Banca Popolare Etica financia proyectos sustentables y es un banco que hace públicas sus inversiones.

En el caso de México, una opción son los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), que si bien no ofrece directamente el crédito, contribuye en el sector agroalimentario y medio rural a través de fondeo y garantías.

 Rafael Gamboa, director de FIRA informó que operan con 23 bancos y 75 intermediarios no bancarios.

“El reto es la operación de soluciones financieras climáticas internacionales, desde la perspectiva de un banco de segundo piso”.

De acuerdo con una encuesta realizada en 2012 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en la Secretaría y Agricultura, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación existen en nuestro país 554 mil unidades familiares (20 por ciento de las unidades productivas de la República Mexicana), orientadas al mercado y con un muy bajo acceso al crédito (5.5 por ciento).

 “Existen muchos retos en financiar estas actividades productivas, son un sector importante porque genera valor, tiene alta participación de mujeres, contribuye a la suficiencia alimentaria, crea arraigo en la familia, entre otras”, señaló Gamboa.

Sergio Moreno, coordinador de Proyectos Productivos y Desarrollo Comunitario y Sustentable del Fomento Social Banamex, indicó que esta organización busca impulsar el desarrollo y bienestar de la sociedad por medio de programas y acciones en diversos campos como educación, salud, empleo y vivienda.

 De enero de 2016 a agosto de 2017 se han financiado acciones con recursos de crédito en áreas como el café, la ganadería, producción de sal y apicultura.

A través de la Coordinación de Proyectos Productivos y Desarrollo Comunitario Sustentable, junto con otros aliados como el Fideicomiso Fondo para la  Biodiversidad de la Conabio, se ha apoyado 34 proyectos y analizado cerca de 30 propuestas, las cuales suman alrededor de 80 millones de pesos para su financiamiento.

 Eduardo Juárez, gerente de Financiando el Desarrollo del Campo señaló que su organización es un intermediario financiero que otorga créditos a organizaciones productivas del sector social, bajo el precepto de ser económicamente viables, socialmente responsables y ambientalmente sostenibles.

Actualmente, Quintana Roo, Chiapas y Campeche trabajan con consorcios de chicle orgánico y miel, mientras que en otros estados como Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Jalisco se enfocan en el café orgánico, tomate, mango, miel y trucha, por mencionar algunos ejemplos.

“Sí es posible tener una economía familiar que pueda generar ingresos para quienes las desarrollan y tenemos que buscar elementos para que la conservación de la biodiversidad vaya de la mano para que sea perdurable”, finalizó Juárez.