|
"EXPRESIONES DE LA CIUDAD"

"Cuando te sientes orgulloso de tu Presidente"

"."
La ruta del paladar
21/08/2017

El sábado 24 de junio fue la última vez que vi en persona a Jesús Valdés: luego de asistir a una misa en el templo La Lomita con motivo del Día del Agricultor, el Presidente tuvo el detalle de pasar por casa de quien esto escribe, habida la situación de intercambiar puntos de vista sobre los reclamos de financiación por parte de los responsables de las escuelas municipales de Música, Teatro y Danza. En realidad fue una visita muy rápida, pues tenía el compromiso de estar presente en la comida de festejo de los agricultores. Sin mucho preámbulo, Jesús Valdés me instruyó para que les comunicara a los reclamantes que él se comprometía a resarcirles la ministración económica que venían recibiendo desde la gestión municipal de Sergio Torres, para solventar gastos de la nómina del profesorado, gastos de operatividad y gastos administrativos.

Justo nueve días atrás, el jueves 15 de junio, el presidente había estado en este mismo domicilio, pero esa vez reunido con un grupo de figuras de la cultura que habían protagonizado una protesta pública por el removimiento de Reyna Elena López como responsable de prensa, en el Instituto Municipal de Cultura Culiacán. A esa cita también acudieron representantes de las escuelas de Danza, Teatro y Música. En realidad, lo único que hice fue servir de anfitrión, de abrir las puertas de mi hogar para que dicho grupo tuviera donde intercambiar puntos de vista.

Y es que al presidente Jesús Valdés, como muchos en Culiacán, lo conozco a bien desde aquellos días en que servía como secretario particular del entonces rector de la UAS, Gómer Monárrez González. Al tiempo nos volvimos a ver la cara en la etapa de la presidencia de Aarón Irízar López, en la que él tenía la titularidad del Instituto Municipal de la Juventud.

En cualquiera de estos tiempos nunca perdimos el saludo, la broma, la confianza. Sólo cuando fue diputado federal, y por estar la mayoría del tiempo en la Ciudad de México, se disipó un poco la frescura del contacto amable, en persona. Pero si algo tuvo siempre Jesús Valdés, y que aún conserva, es la costumbre de responder los mensajes de medio cristo a la redonda, justo como respondía los míos cuando le enviaba saludos y parabienes.

Cuando se vinieron los tiempos electorales y también la conclusión de su responsabilidad como diputado federal, tuvimos la buena decisión de hallarnos más seguido, incluso desde meses antes de que fuera nombrado, oficialmente, candidato del PRI a la presidencia municipal de Culiacán. Nos reunimos varias veces, casi siempre en sitios públicos.

Sólo cuando se ofreció una reunión más privada, entre él y otros personajes del quehacer político, le ofrecí la oficina que tengo en casa. Y así sucedió.

Por los días de la campaña, con él ya como candidato, prácticamente nos fuimos cada quien por su lado, pues, para empezar, mis simpatías políticas eran y son con el Partido Sinaloense, que Jesús respetó a cabalidad, sin contraposición que valiera.

Y ya como Presidente electo, las veces que nos hemos visto son las mismas que describí al principio de esta entrega.

Pero debo decir, y digo, que por estos meses no todo ha sido miel en términos de relaciones, sobre todo al estar en desacuerdo en desatinos con diversas políticas emanadas del Instituto Municipal de Cultura Culiacán.

Cuando aquel sábado 24 de junio les comuniqué a Rodolfo Arriaga, de la Escuela Municipal de Teatro; a Robert Spin, de la Escuela Municipal de Danza; y a Juan Diego Sandoval (a quien puse en contacto directo con el presidente), de la Escuela Municipal de Música, con sede en Costa Rica, que Jesús Valdés, directamente, revisaría la situación de nuevo y buscaría los mecanismos para llegar a buen fin, a satisfacción de los interesados, debo reconocer que me sentí muy complacido con el Presidente.

Pero se fueron las semanas y nada. Puro negociar y negociar. Y nada. Hasta que el viernes 18 de agosto, estando los quejosos reunidos con el Secretario Paulino Rojo, en de repente se apersonó el Jesús Valdés y dijo: ya, que se resuelva a como debe ser. Y le aplaudo la decisión, porque no todos los políticos son sensibles a la cultura. Y punto. Comentarios: expresionesdelaciudad@hotmail.com

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!