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"DÍA DEL NIÑO"

"DÍA DEL NIÑO. Brillante en la escuela y en los pedales"

"Diego Navarro Gómez ha encontrado en el ciclismo una manera más de desarrollar su niñez"
30/04/2017

Lucía Partida

ESCUINAPA._ Le encanta disfrutar los paisajes, una de las principales razones por las que se adentró en el ciclismo, luego se enamoró de los entrenamientos y de la emoción que le produce el competir.

El ciclismo lo trae en la sangre. Si bien, con elocuencia asegura que el provenir de una familia de tradición ciclista no lo obliga a subirse a los pedales.

“Me siento muy bien, pero tampoco hay que creer que por venir de una familia ciclista tienes que serlo. Tienes que entrenar y todo eso”, dice Diego Navarro Gómez.

Nacido en Ecatepec, Estado de México, afirma sentirse totalmente escuinapense al llegar a radicar a la Perla Camaronera a la edad de un año.

Su primera bicicleta la tuvo a los 3 años, la cual aún conserva, pero fue en el 2015 cuando se dedicó más en forma a este deporte tras emular a su papá Karol.

“Primero mi papá se hizo ciclista y luego me compró una bici, y me fue llevando y me fue gustando el ciclismo”, relata el jovencito de 12 años de edad.

“Me gustaban mayormente los entrenamientos, conocer paisajes y todo eso. Luego me fue gustando competir para ganar”.

Nieto de Ignacio “Monaguillo” Navarro Palacios y sobrino-nieto de José “Campeón” Navarro, dos personajes icónicos del municipio donde la bicicleta tiene su monumento, no es de extrañar que el ciclismo se convirtiera en una de las pasiones del joven integrante del Club Walikochis.

Con su club ha participado en eventos estatales, en algunas carreras en Nayarit y Durango, así como en nacionales en Guadalajara (2016) y Querétaro (2017).

“La verdad es que en los nacionales no me ha ido tan bien porque es otro nivel avanzado, pero en los estatales más o menos bien”.

 

- ¿Cómo vives las competencias?

- Al principio me siento nervioso, pero cuando voy rodando me voy sintiendo mejor.

 

- ¿Cómo te consideras como ciclista?

- Pienso que soy mejor en técnica que en algunos otros ámbitos, no soy mucho de resistencia.

 

- ¿Qué modalidad del ciclismo te gusta más?

- La de montaña porque es más de subidas, bajadas. Es más interesante.

 

 

 

Entre el ciclismo y la escuela

 

Las tardes para Diego se mezclan con los entrenamientos y las tareas escolares, los cuales, asegura, compagina bien, y sus calificaciones lo ratifican al haber sido el mejor en el municipio en la prueba académica de la zona.

Espera algún día estudiar Mecatrónica y también, ser ciclista profesional. Por lo pronto, esta semana ha sido de festejos por el Día del Niño, ya sea en su escuela, con su familia o con sus compañeros de equipo con los que realiza paseos en bicicleta.

De denotada inteligencia, Diego Navarro ha sabido asimilar a la perfección las ventajas que el ciclismo le trae a los niños que lo practican.

“Pueden conocer el deporte, otros paisajes y practicar una disciplina. Por ejemplo, antes yo estaba un poco más gordo y bajé un poquito de peso.

“Además (aporta) disciplina porque, aunque no soy mucho de disciplina, en el ciclismo si el entrenador te pone a hacer algo, no puedes hacer otra cosa porque eso no te ayudará”.

 

- ¿Cómo ves el nivel del deporte infantil en Escuinapa?

- Se ve que practican bien, pero no es tan alto el nivel. Creo que les hace falta más apoyo y que se difundiera más, que más niños hicieran algunos deportes porque hay deportes, como en el ciclismo de ruta, que no hay muchas carreras.

 

- ¿Qué le dirías a los niños que quieran hacer deporte?

- Les recomendaría que hicieran cualquier deporte, pero que a ellos les guste.

 

 

 

PERFIL

 

Diego Navarro Gómez

Fecha de nacimiento: 7 de marzo de 2005

Lugar de nacimiento: Ecatepec, Estado de México

Club: Walikochis

Entrenador: Ernesto Luna

Tiempo en el ciclismo: 1 año

Ciclista favorito: Gerardo Ulloa

Padres: Karol y Diana

Hermanos: Karol Gabriel y Ángel David

Estudia: Sexto grado de Primaria en el Colegio Cristóbal Colón

 

UNA ANÉCDOTA

 

“Fue en un paseo, fue en diciembre la primera vez que subí a El Camarón. Me sentí muy cansado, pero las tortillas de harina me ayudaron. Fue una experiencia muy bonita, (también) la bajada”.

 

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