"Desfilarán culturas lejanas"

Ariel Noriega

A 28 días del domingo de la gran fiesta mazatleca, de los talleres de Rigoberto Lewis brotan castillos, bestias mitológicas, pingüinos, osos polares, piratas y vikingos, todo bañado con la magia de las culturas china, hindú y celta, dando forma a las carrozas reales y a los carros alegóricos.
Trabajando a marchas forzadas para entregar alrededor de 30 carros para el primer domingo de Carnaval, Lewis abrió las puertas de uno de sus talleres a Noroeste para dar a los mazatlecos una probadita del estilo que predominará en las carrozas del desfile.
Como parte del tema principal del Carnaval, Historias Lejanas, las carrozas reales son construidas con temas de culturas orientales y europeas.
"La Carroza Real será china y la coronación de la reina también tendrá elementos orientales, será algo espectacular", adelantó Rigoberto Lewis.
Para la carroza de los Juego Florales, Lewis prepara un tema que nunca ha utilizado en el pasado, la carroza estará basada en la cultura celta y espera sorprender a los mazatlecos.
Convencido de que puede transformar la Avenida del Mar en su propio océano, el constructor de las carrozas reales reveló que para este año construirá una gran cantidad de barcos que navegarán sobre sus carros alegóricos.
"Este año la sorpresa es que los talleres de Rigo Lewis se convierten en un varadero porque llevo muchos barcos... llevo el barco de los argonautas, que es un barco griego, llevo los piratas del Caribe, un barco chino con muchachos tirando pirotecnia, un barco vikingo", explicó.
Una de las carrozas más adelantadas es la de la Reina Infantil, construida sobre un enorme barco que navega sobre un mar construido sobre papel y engrudo.
La Carroza de la Reina de los 50 años, Anabella González Güereña, se levanta sobre una enorme estructura de madera y recuerda un palacio de la India con todo y sus torres ornamentadas.
Oculta en otro taller, la Carroza Real se construye paso a paso, Lewis adelanta un poco de los detalles orientales que la distinguirán, y los dragones que la resguardan, pero quiere darle a los espectadores el gusto de estrenarla el primer Domingo de Carnaval con la bahía brillando en el fondo.
Una a una, las carrozas y los carros alegóricos comienzan a tomar forma. Un ejército de 30 trabajadores y un grupo de señoras se encargan de elaborar a mano cada hoja de una palmera, el pico de un pingüino, el rostro de Barbarroja o el fuego de un dragón.
En cada trozo de oropel se guardan las tradiciones de una fiesta que ya aguantó más de 100 años y Rigoberto Lewis se encarga de levantarse a las dos de la mañana para que los mazatlecos tengan una vez más su desfile de Carnaval.