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"COMERCIANTE DE PLAYA NORTE"

"Dispuesto, don Felipe a un acuerdo justo"

"Mantiene la defensa de su local, pero también está dispuesto a negociar"

MAZATLÁN._ A don Felipe Zataráin ya le llegaron propuestas para reubicarlo, es el único ciudadano amparado contra las obras en Playa Norte, donde su negocio de artesanías tiene más de 50 años en pie, y donde el proyecto contempló demoler su local.

El miércoles pasado Noroeste publicó que don Rafael, de 56 años, alcanzó a tramitar el documento en el Juzgado Noveno de Distrito ante el temor de un desalojo por las obras en Paseo Claussen.

Hace dos días participó en Cabildo en la comitiva de ciudadanos inconformes que se reunió con funcionarios municipales para reclamar transparencia en los proyectos de obra pública.

Y ayer ya tenía propuestas para reubicarlo, le llamaron para “convencerlo” de ceder en las mejores condiciones, pues su negocio de artesanía “El Caballito” es el único que no ha sido tocado en tres meses de trabajos en Playa Norte, en la primera etapa de remodelación de la zona.

“Nadie se me había acercado, el terreno (de obra) son mil 500 metros y yo nada más ocupo 28 metros, hay manera que pueda caber dentro del proyecto, que se me dé el lugar donde siempre he existido; quedaron que me iban a llamar y estoy en espera”, comentó ayer.

A don Felipe Zataráin lo buscaron de la constructora a cargo de la obra, no fueron autoridades municipales, sin embargo el miércoles pasado, el Secretario del Ayuntamiento, Joel Bouciéguez Lizárraga le adelantó que se le está considerando “embellecerle” su local.

Es todo lo que sabe.

“De que hay oportunidad, hay oportunidad, dicen que el momento de crisis es una oportunidad, yo lo que quiero es renovarme, ampliar mis servicios, por ejemplo, quiero vender agua, tener un comedor de comida saludable, servir al turismo. Ellos me han querido decir que me dedique a los mío, pero yo veo muchas necesidades, aquí no hay baños públicos, no hay regaderas”, agregó.

Aunque mantiene la defensa de su local, también está dispuesto a negociar.

“Quieror brindar servicio al turismo, estoy esperando una propuesta justa, en las mejores condiciones para poder llegar a un trato favorable. La obra lleva tres meses, todo tiene su tiempo, mi local mide 28 metros nomás”, agregó.

El comerciante tiene más de 50 años en su local de Paseo Claussen, el negocio es familiar, tiene cinco empleados y 30 proveedores. No está en contra de las obras, sólo busca un acuerdo equilibrado.

“Yo no me opongo a las obras, estoy contento de que se hagan inversiones. Les pido a las autoridades tolerancia, respeto, y ojalá que entren en razón, porque pago mis impuestos puntual para tener voz y voto en la sociedad”, agregó.

Y mientras su local está protegido por un amparo que tramitó unas horas antes de iniciar la obra.

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