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"El Octavo Día"

"Dunkerque: una historia en el cine"

"Hoy el cine y la historia vuelven a estar al servicio de la política del momento."
EL OCTAVO DÍA

    (Este artículo contiene algunos spoilers sobre la historia de Dunkerque, película actualmente en cartelera, aunque no se revela el final, ni la esencia de la trama).

    La batalla de Dunkerque, o Dunkirk, nombre original en holandés del puerto, fue una huida de la que Winston Churchill supo hacer victoria política en la primera etapa de la Segunda Guerra Mundial.

    Algo así como la aparentemente gran victoria que vemos en Enrique V, de Shakespeare, y que su versión fílmica más reciente es con Kenneth Brannagh, donde un episodio -minúsculo dentro la Guerra de los Cien Años- fue seleccionado para ensalzar un combate donde los británicos vencieron a los galos en caos dentro de un terreno fangoso.

    No la menciono de gratis: La película Enrique V fue hecha a finales de la Segunda Guerra Mundial, con la esperanza de elevar la moral de Gran Bretaña, por parte del productor, que era el propio gobierno británico. Laurence Olivier recibió un premio honorario de la Academia de Hollywood.

    Hoy el cine y la historia vuelven a estar al servicio de la política del momento.

    En la vida real, en Dunkerque el ejército alemán pudo haber destruido a los ingleses derrotados de la batalla de Francia, pero aún es un misterio por qué les perdonaron la vida.

    Pudieron haberlos aniquilado; aunque no lo creamos hoy, el alto mando alemán entendió que era una masacre inútil que podía revertirse políticamente y, tal vez, no tenían la capacidad de forzar a sus propias tropas.

    Otra versión supone que permitir la retirada era una ofrenda de paz de Alemania, durante 12 días estuvieron a punto de hacer la paz Inglaterra y el gobierno del Fhurer: El embajador de Italia llevó una carta privada para el rey días antes cuyo mensaje desconocemos. Los documentos de la realeza son personales y no se desclasifican.

    Para la Alemania nazi, dicen los que sostienen esa afirmación, la guerra había concluido ya y les interesaba una paz forzada con el Imperio Británico, en ese momento la nación más poderosa sobre la tierra.

    Bueno, vayamos a la experiencia fílmica.

    El protagonista de Dunquerke es un pésimo soldado: desde el comienzo pierde el arma y ya no se hace de otra, a pesar de que es fundamental mantener una por simple defensa personal.

    Tal vez es un truco para que el tipo no ande cargando el fusil toda la movie y de paso, no incomodar a los pacifistas o antimilitaristas, así como Spielberg mandó a borrar las pistolas que aparecían en la primera versión de E.T.

    Otra cosa que no se ilustra es que en Dunkerque los británicos dejaron abandonado a miles de heridos y se llevaron solo a los soldados sanos que podrían reutilizar.

    Un poco por eso ponen a los protagonistas al inicio corriendo con la camilla y alguien comenta después que una camilla ocupa más espacio que varios soldados. Un intento psicológico de paliar ese terrible fallo de la guerra.

    Dunquerke es espectacular. Me sigue gustando más el realismo seco de ¿Arde Paris? o algunas escenas de El día más largo. En Mazatlán no se podrá ver en formato de pantalla completa y una gran cantidad de personas solo la verán en pantallas pequeñas. Estamos viendo la agonía del cine espectacular en manos de la piratería.

    Pero no todo es gusto por las armas: hay jóvenes en Inglaterra a los que no atrae cursar la materia de historia porque trata de puras guerras y ya lograron una dispensa si los padres la solicitan con tiempo.

    ¿Seremos así algún día?

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