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"Columna semanal"

"EDUCACIÓN EN LA FAMILIA: Continuamos con la formación del carácter"

"Dado que siempre es conveniente terminar lo que comenzamos y he de predicar con el ejemplo, aquí estoy terminando con este tema, El carácter que les pone a salvo."
18/10/2017

    Sicóloga Yolanda Waldegg de Orrantia

    Dado que siempre es conveniente terminar lo que comenzamos y he de predicar con el ejemplo, aquí estoy terminando con este tema, El carácter que les pone a salvo.

    Si ya se pasaron los primeros años y no se prendió el foco de la importancia, todavía se puede, pero entre más pase el tiempo más difícil se pondrá, y lo que puede siempre facilitar las cosas es: primero, que vean a sus padres que se aman y lo demuestran; después, que ellos tienen ideas y metas claras y firmes, no de a cómo traigo la luna hoy y, por último, que tengan vida de familia, comidas, salidas, juegos y cualquier tipo de actividades o lo que es lo mismo, cercanía y confianza, con esto ya es lo de menos la formación del carácter porque se dará.

    En la escuela primaria, ni antes ni después, nuestros tesoritos se convierten en personitas “ intensamente morales”, de modo que hay que aprovechar el momento.

    Ya que están intensamente interesados en comprender las razones de este mundo, de lo que se deduce que, hay que estar preparados con razones para darles, que lleguen a su cabeza y a su corazón, que no principian con “porque yo digo” , cómo y por qué funcionan las cosas, pero también como debe comportarse en las diversas situaciones y por qué.

    Es la edad del despertar de la conciencia y tenemos que llegar antes que las ideas que les causen daño a ellos y la sociedad, a tomar el lugar que luego costará mucho trabajo cambiar.

    Ahora ya es mucho más capaz de reflexionar, de preguntarse en voz alta y detenerse a pensar en silencio sobre lo que ha preguntado, de intentar ser bueno y ponderar cuán “bueno” es.

    En esta etapa, la capacidad de utilizar el lenguaje es clave para su desarrollo moral.

    El desafío aquí es responder a las innumerables preguntas que hacen y, como no lo sabemos todo, se necesita humildad para decir no lo sé, pero vamos a investigar; tomarse el tiempo con paciencia e investigar con él, explicarlo, de modo que el desafío no solo consiste en responder preguntas, sino en la paciencia y disponibilidad que se requiere.

    Si es posible, dejar lo que se esté haciendo y si no, decirle cuándo y cumplirlo, difícilmente podremos dejar lo que se puede quemar en la estufa, pero si no es el caso, cualquier otra cosa es menos importante.

    Con esas preguntas nos dan la oportunidad de contestar con respuestas directas o indirectas, a través de lo que sugerimos o recomendamos, de las historias que contamos, de los recuerdos que compartimos, de las experiencias que ofrecemos como ejemplos, etcétera.

    Y como he dicho mil veces, se educa en todo momento, es importante en esta etapa, ser conscientes que en cualquier momento podemos estar transmitiendo un importante mensaje moral, tanto si se planifica como si surge sin pensarlo, con los cuentos a la hora de dormir, los comentarios informales a la hora de la comida o en el coche, mientras llegan a donde sea.

    Esas afirmaciones de respuesta ante algo oído en la radio o televisión, esas observaciones escuchadas en una conversación telefónica, un simple tono de voz, todo se puede convertir en parte de la experiencia moral del niño.

    Todo puede ser para él una adquisición o una respuesta ante la pregunta sobre lo que es importante y por qué, sobre cómo debe uno hablar y estar con los demás.

    Los niños de primaria tienen una gran capacidad para probar el análisis moral de las creencias y valores puestos en práctica.

    Detectan con facilidad la capacidad para comprometerse con lo que uno cree, lo que uno considera valioso como algo que es posible para sí mismo y para los demás.

    Por eso es tan fundamental la coherencia de los adultos.

    La inteligencia moral le lleva a comprobar el valor en la práctica, se les puede crear tremenda confusión con mensajes morales cruzados o contradictorios.

    Y abusados, porque si alguna palabrita tienen en la punta de la lengua es “justicia”, bien importante aclarar que no es suficiente sin misericordia, hay que estar bien claros, orientados en buena dirección (saber qué virtudes se quieren desarrollar en los hijos) y que los discursos morales abstractos se olvidan fácilmente.

    Si se les pasó esta etapa papando moscas, ciento decirles que en la adolescencia no es que no se pueda nada, es que saldrán chispas y costará más trabajo.

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