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"Columna"

"EDUCACIÓN EN LA FAMILIA: Preparándonos para la Navidad"

"La Navidad es una fiesta religiosa para los católicos, el Adviento es tiempo de preparación para este acontecimiento."
13/12/2017

Sicóloga Yolanda Waldegg de Orrantia

La Navidad es una fiesta religiosa para los católicos, el Adviento es tiempo de preparación para este acontecimiento. Para otras denominaciones cristianas no tengo la menor idea, y para los que no son nada como tantos presumen hoy, pues no sé qué celebran, pero celebran.

Será el solsticio, día más chiquito del año, que entonces comienzan a crecer de nuevo los días, yo también lo celebro porque no me gustan los días cortitos, bueno, pues esas personas que celebren como quieran, pero para los que lo hacemos por nuestra religión, la idea es no hacerlo como paganos, tendríamos que estar aprovechando este tiempo, porque luego cuando venimos a ver ya es 24.

Si es para nosotros los católicos una fiesta religiosa, la preparación, sobre todo, debiera ser espiritual, pero suele suceder que la parte material de la fiesta está mal planeada y nos ocupa todo el tiempo, nos dejamos envolver y cuanto más se acerca más nos enredamos en los compromisos y la preparación de regalos y manjares, olvidándonos de la razón de la fiesta.

No falta quien dice que esta temporada le deprime o termina celebrando como no quiere, es decir, dejándose envolver por el ambiente, nos proponemos que este año no pasará y pasa, porque nada más se dice sin poner los medios.

Y como lo que nos ocupa en este espacio es la educación en la familia y en la familia se educa todo el tiempo y hay que hacerlo aprovechando las circunstancias que en cada temporada se van dando, entonces hay que aprovechar el Adviento que es oportunidad para educar virtudes muy específicas para la época, en lugar de poner monigotitos lindos, pero que no vienen a cuento, estamos en el trópico, no hay nieve, ni pingüinos, ni osos, ni monos de nieve, no me imagino que en Brasil pongan semejantes adornos, no digo que no sean lindos, digo que no vienen a cuento, porque además de estar en el trópico, nuestra fiesta es religiosa.

Ponemos Nacimientos, muchos, si se quiere de diferentes estilos, cada miembro de la familia puede poner el suyo o todos, más bonito colaborar, a uno que verdaderamente nos una en la tarea, además de permitirnos el hacer cosas en familia da pie a platicar sobre los porqués de cada figura, a contarles la historia a los más pequeños, a contar historias de cómo es en otras partes, ver películas que hablen sobre Navidad, pero sin ser las clásicas de Hollywood que se enfocan en cualquier cosa menos en la Familia de Nazaret que llegó a Belén, donde estaba escrito tendría que nacer el Niño y las condiciones en que sucedieron, alguna como el Cuento de Navidad que hace reflexionar sobre virtudes precisamente.

Si se reúnen varias familias: primos, tíos, abuelos, etcétera, además de una buena cena, se puede preparar una pastorela que a los niños ilusiona mucho, se trata de entrar en el ambiente de lo que se festeja, para que nos ayude a eso, es que adornamos la casa, pero terminamos desviándonos con pingüinitos, el árbol no necesita parecer de revista de decoración, necesita unir a la familia en una fiesta y que todos colaboren, aunque no quede para foto de interiorista.

Y educar virtudes que van con la época, que tal la generosidad, que hay que recordar que tiene que ver con lo que los demás necesitan y cuando lo necesitan, nada con quedar bien o salir de compromiso, ni lo que me sobra o ya no necesito.

Recordemos que hay mucha necesidad en nuestro País, mucha gente pasa frío y hambre y no se necesita mandarlo lejos, hay colonias cercanas que así están, para educar a nuestros hijos hagámosles ver estas realidades.

Qué clase de fiesta van a tener y en qué o cómo pueden ayudar, que no está bien que ellos reciban cantidad de regalos por bien que se portaran, que al fin es su obligación, mientras que otros niños que también se portan bien no reciben nada.

Ahí estamos educando, además de la generosidad, la templanza y la pobreza, que no se hagan necesidades por capricho, llévenlos a una tienda a que escojan cobijas y ropa nueva, algún juguete y lo entreguen, probablemente nuestra empleada del hogar sepa de alguien que lo necesite.

La alegría es otra virtud a educar, que no es de dientes para afuera, la verdadera virtud de la alegría es en el corazón, solo el significado de la fiesta debería bastar para ser felices, en lugar de deprimidos por lo que no se tiene, es tiempo de dar-nos y al hacerlo, la alegría sale solita. Luego sigo.

 

 

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