|
"Columna Semanal"

"EDUCACIÓN EN LA FAMILIA: Sexualidad en la juventud"

"La semana pasada me comprometí a seguir con las otras razones que es conveniente hacer saber a nuestros adolescentes para que no se pongan a jugar con algo tan serio y que puede terminar con sus sueños y planes de vida."
21/06/2017

Sicóloga Yolanda Waldegg de Orrantia

La semana pasada me comprometí a seguir con las otras razones que es conveniente hacer saber a nuestros adolescentes para que no se pongan a jugar con algo tan serio y que puede terminar con sus sueños y planes de vida.

En la adolescencia todos nos hemos creído enamorados, pero es un espejismo, se está enamorado del amor, son como pompas de jabón, se desvanecen, al poco tiempo nos gusta otra persona.

Es conveniente que lo sepan, que el amor solo se da entre personas adultas, mentalmente maduras, es un temple de ánimo que requiere una personalidad sólida, consciente y responsable, de modo que no es solo la edad cronológica, sino mental. Así que ese sentimiento que parece amor no es de fiar.

Estas chiquillas muy ufanas de ser conquistadoras, en vez de ponerse muy alto para que sean ellos que tengan que tomarse el trabajo de conquistarlas y dejan que las besuqueen y manoseen, piensan amarrar así, creen que cometiendo liviandades son más atractivas, se equivocan, los chicos solo se están aprovechando de ellas.

“Si puedo tenerla cuando quiera, qué necesidad de meterme en lío de noviazgo o matrimonio”.

A los chicos pueden preguntarles si les gustaría que sus hermanas sean manoseadas por unos y otros.

Pero, ¿es que en la plática del recreo se estaba planteando el sentir amor? ¿Que se les pidiera la prueba de amor? Parece que no, ¿de entretenerse como si fuera un juego divertido? Pero no se puede buscar el gozo de un instante sin pensar en las consecuencias futuras y las hay.

El sexo será agradable si hay amor, si no termina por asquear, por degradar, pero como quiera, su fin no es la sensación agradable, sino la concepción, cuando se le utiliza solo por placer, se va contra la naturaleza y, recordemos que esta nunca perdona, tarde o temprano se cobra, de diferente forma, con hombres que con mujeres.

Desgraciadamente estas llevan la peor parte, no por otra cosa sino porque su naturaleza le impide desligar el sentimiento del acto, como sí lo pueden hacer los chicos, es cuestión del lado del cerebro que en cada uno, de modo que termina degradando nuestra categoría humana para convertirnos en instrumentos, en objetos usados que al final se desechan.

Y luego están todos los que promueven ejercer la sexualidad responsablemente, papás incluidos, les dan pastillas a sus hijas y preservativos a sus hijos.

¿Cómo los jóvenes pueden hacer eso? Aquí los irresponsables son quienes les empujan, escuelas y padres.

Porque a esa edad la única manera de ser responsable es no ejerciéndolo, los anticonceptivos fallan, todos lo sabemos, además de los efectos colaterales que no solo son físicos, (tampoco impiden contagio de enfermedades), sino emocionales y de embarazo.

Pero los jovencitos terminan por no utilizarlos a la hora de la hora, si los utilizaran y sirvieran no habría tanto embarazo ¿no? Quienes los usan buscan el sexo fácil, justamente los que no creen en el amor.

Mejor hay que decirles por favor que: prepararse para amar no es experimentar con distintos amoríos. Es respetar el propio cuerpo y el de otros, es valorarse y valorar a los demás; es llenarse de cualidades para entregarlas después.

Es olvidarse de sí para que sea otro que venga a recordarme que existo; es estar dispuesto para aceptar, comprender y disculpar; es preparar el alma con anhelo sereno, para que después sea capaz de fundirse en otra alma.

Es cuestión de dar con el chico adecuado y ser a la vez la chica adecuada, pero esto no se averigua probando con uno y otro porque la adecuación en el sexo viene después de que se encontró el alma adecuada.

Claro que se puede disfrutar del sexo, cuando llegue el momento apropiado, después del matrimonio.

Como se comprenderá, no es tema que se pueda agotar en dos cuartillas, ni en el que me salga hacer broma, es un tema que a mí me duele y que falta por decir mucho, pero debieran hacerlo los padres y no lo hacen por no tomarse la molestia, porque no le dan importancia, porque no saben cómo, están faltando a su responsabilidad.

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!