"'El Chapo': Poder y ocaso"
Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera siempre se sentía cómodo en Sinaloa.
El 8 de enero de 2016, la tercera captura de ‘El Chapo’ se volvió noticia internacional.
La protección que le brindaba “su gente” y las autoridades de cualquier nivel le garantizaban movilidad sin problemas por todo el estado.
La vivienda en que ‘El Chapo’ fue recapturado en Los Mochis tiene vigilancia de parte de las autoridades.
Interior del lugar en el que se refugió en Los Mochis. Al momento de la captura había ropa tendida.
Hubo intercambio de disparos en el operativo.
Las historias que detallan que era visto al mismo tiempo en restaurantes y centros comerciales de Culiacán, potenciaron al personaje que se volvió un producto mediático de Sinaloa para el mundo.
Corridos musicales, documentales y series de televisión arroparon al narcotraficante oriundo de Badiraguato, que hicieron verle poderoso, vencedor, generoso y humano, el caldo de cultivo para una vida aspiracional de miles de jóvenes que se enrolaron y murieron bajo sus órdenes.
Los militares revisaron las pertenencias del refugio.
Su evasión del penal del Altiplano, el 11 de julio de 2015, fue un golpe para el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
El túnel que se construyó para su escapatoria no sólo fue un reto de ingeniería en tan poco tiempo, sino un desafió a un gobierno cuestionado en su legitimidad, entre otros, por los hechos de Ayotzinapa.
La fuga evidenció de nuevo complicidades de las autoridades penitenciarias, pero los políticos encumbrados, jamás fueron llevados ante la justicia, sólo cayeron custodios y el Comisionado de Seguridad Nacional, Monte Alejandro Rubido, pero éste no pisó la cárcel.
En los últimos seis meses que estuvo evadido, Sinaloa y la sierra de Durango se convirtieron en el territorio donde el Gobierno federal concentró sus esfuerzos.
Incluso, el cerco militar provocó el desplazamiento de 600 personas de la sierra duranguense a municipios como Cosalá, Culiacán y Mazatlán.
La recaptura del capo era una prioridad, y el precio que se pagara no importaba, así el daño colateral impactara a comunidad ajenas al crimen organizado.
En la entrevista que “El Chapo” concedió al reconocido actor y director de cine, Sean Pean, y a la actriz mexicana Kate del Castillo, detalla que, si el Gobierno federal lo atrapaba de nuevo, su liderazgo en el Cártel de Sinaloa acabaría.
Lo que no previó fue que su lugarteniente y compadre, quien le ayudó a fugarse de Puente Grande en enero de 2001, Dámaso López, alias “El Licenciado”, se convertiría en el rival de sus hijos para apodarse de la organización criminal más poderosa de América Latina.
El señor de los túneles
Estos últimos se convirtieron en una “extensión de su cuerpo”, pues lo mismo cruzaba droga para los Estados Unidos, que se movilizaba a través de ellos en Culiacán y Los Mochis para evitar ser capturado, como se constató después de sus reaprehensiones en 2014 y 2016, en Mazatlán y Los Mochis.
Mientras los funcionarios políticos evitan hacer obras bajo tierra porque no les acarrean votos, Guzmán Loera supo sacar provecho del anonimato y la efectividad de los túneles.
Otra vez, el cerco de la Marina
Y aunque la captura de Los Mochis hace 2 años fue un hecho casi fortuito de agentes de la Policía Federal, el cerco militar establecido por las fuerzas especiales de la Marina desde julio en Sinaloa y Durango fue mermando su capacidad para movilizarse libremente.
En octubre de ese año el operativo “Cisne Negro” para capturarle se centró en Tamazula, Durango.
Pobladores de ese municipio duranguense, que comparte frontera con Culiacán y Cosalá, denunciaron atropellos de la Marina en la búsqueda de “El Chapo”.
Días después, en un comunicado, la Secretaría de Marina acepta que sus fuerzas especiales estuvieron a punto de capturarlo cuando éste se desplazaba en una cuatrimoto con sus hijas gemelas, fuertemente escoltado.
Para no provocar bajas civiles ajenas, los infantes de Marina consultaron con el mando, quien ordenó abortar la misión. Lo que sí explicó en el comunicado, es que el capo resultó herido al caer de la cuatrimoto.
‘Misión cumplida’
La presión de los militares ejercida a “El Chapo” desde la sierra de Durango, hizo que éste bajara a Culiacán, Elota, y después se refugiara en Los Mochis, donde por última vez se pudo reunir con su familia, en enero de 2016.
Con información de inteligencia, la Marina arreció los cateos en domicilios de Los Mochis desde el 6 de enero, pues le habían alertado que Guzmán Loera se reuniría en una casa de seguridad con familiares, para después huir a Sonora o Baja California, donde estaría protegido por aliados en ambas entidades.
‘El Chapo’ y ‘El Cholo’ al momento de ser ingresados al penal.
Ubicado, el grupo élite de marinos se enfrentó al círculo de seguridad del capo, intercambio de balas que duró al menos hora y media, tiempo que “El Chapo” aprovechó para escapar por un túnel de la vivienda que se conectaba, como en los de Culiacán, con la red de drenaje sanitario de la ciudad de Los Mochis.
Escoltado por un hombre de todas sus confianzas, Iván Orso Gastélum, alias “El Cholo”, salieron por la alcantarilla de una avenida, donde despojaron un vehículo para salir de la ciudad.
Luego, despojaron uno más.
Alertados por el robo de las dos unidades vehiculares, policías federales detuvieron la segunda unidad en la que viajaban “El Chapo” y “El Cholo”, sobre la carretera Los Mochis-Navojoa.
Alrededor de las 11:00 horas tiempo del Pacífico, el Presidente Enrique Peña Nieto confirmaba la detención de El Chapo con el tuit histórico “Misión cumplida”...
‘Chapos’ Vs ‘Dámasos’
La detención y extradición a Estados Unidos del capo crearon una división irreconciliable al interior del Cártel de Sinaloa.
Aliados, compadres y socios, Joaquín Guzmán Loera y Dámaso López, alias “El Licenciado”, no tuvieron el poder para controlar a sus “ejércitos”, que desataron en los meses posteriores a la última captura de “El Chapo” una guerra que se apoderó de la relativa tranquilidad de los sinaloenses.
Fue así como el centro de Sinaloa, Culiacán, Eldorado y Navolato vivieron una de sus etapas más sanguinarias en tan poco tiempo, con la irrupción de grupos armados en estas áreas, sembrando el terror entre los ciudadanos.
El punto álgido de esta lucha fue la emboscada a militares del 30 de septiembre a la salida norte de Culiacán, cuando un grupo armado liberó a un detenido por el Ejército, y que era trasladado desde Badiraguato a Culiacán a recibir atención médica.
Los gobiernos estatal y federal quedaron atrapados en la lucha interna del Cártel de Sinaloa.
El negocio sigue igual
Es decir, ni la extradición del capo ha disminuido el consumo de drogas en el país vecino, sólo se sacó de circulación a un narco con el cual se podrán negociar menos envíos y un menor nivel de violencia en las calles estadounidenses, pero jamás erradicar el mercado de drogas más grande del mundo.
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