"'El Gobernador no debe tener llave para Fiscalía': Carbonell"

El Gobierno del Estado no debe tener injerencia en la formación de la Fiscalía General, de lo contrario no se aseguraría una verdadera autonomía, señaló el Jurista Miguel Carbonell.

"Yo creo que un esquema en donde el Ejecutivo tenga la llave para abrir el procedimiento de remoción no aseguraría a plenitud las condiciones de autonomía que se requieren este tipo de cargos", dijo.

El Gobierno de Sinaloa envió al Congreso local el 2 de enero una iniciativa para la creación de la Fiscalía General, donde residirán fiscalía especiales como la Anticorrupción.

La creación de la Fiscalía General implica una reforma a la constitución local, pero el hacerla, de acuerdo con la iniciativa que se presentó, sólo implica el cambio de nombre y la puesta de candados para que el Fiscal sea elegido con un proceso de elección sobre una terna hecha únicamente por el Gobernador del Estado.

Carbonell, que es académico de la UNAM especializado en Derecho Constitucional, dijo que el mantener ese tipo de candados limita la escencia real de autonomía que se busca en la figura de los Fiscales Generales en el País, pues esta, en cambio, debe representar un contrapeso de todos los poderes del Estado.

Para la elección, prosiguió, debe buscarse mecanismos ciudadanos y de transparencia que organismos como el IMCO han propuesto en manuales de "buenas prácticas', en donde se fija la figura de la participación ciudadana.

"Estas buenas prácticas tienen que ver con transparencia los nombramientos con currículums públicos, con comparecencias públicas ante las comisiones en este caso del Congreso", dijo.

"Con una discusión pública de perfiles, con la aplicación de exámenes cuyas calificaciones también son públicas y cuyas cédulas, o sea, con las preguntas que se les hicieron a los candidatos también se dieron a conocer con posterioridad".

Sin aprendices

Miguel Carbonell señaló que abrir el proceso de elección a la ciudadanía es para asegurar que quien llegue a la Fiscalía no sea una persona inexperta, sino alguien capaz de asumir la responsabilidad de investigar sin limitaciones al poder.

"Yo creo que lo que la ciudadanía exige y lo que el propio marco constitucional también está planteando es que se den estas condiciones óptimas, para que sepamos con certeza que quien llega a ocupar ese puesto no es un compadre, no es un amigo o no es alguien que simplemente fue nombrado por recoemndación o la afinidad ideológica o partidista", dijo.

"Yo creo que la lógica de la autonomía constitucional tiene que ver con perfiles técnicos, gente que sepa del tema, gente que no venga a aprender al cargo y que finalmente pueda tener un buen desempeño".