"'El Kevin' tenía 8 horas asesinado: PGJE"

Julio Óscar Ortiz Vega, “El Kevin”, tenía ocho horas muerto cuando fue encontrado a las afueras de un autoservicio, señaló Marco Antonio Higuera Gómez.

El encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia dijo que su identificación fue a través de pruebas genéticas y por reconocimiento de su familia.

En las pruebas periciales, dijo, se encontró que Ortiz Vega había sido asesinado ocho horas antes del momento en que lo encontraron, con rastros de haber sido golpeado y agredido con armas de fuego.

Higuera Gómez dijo que la investigación la tomará la Procuraduría General de la República, porque es la dependencia encargada del caso de Ortiz Vega, luego de que él estuviera implicado en la emboscada a los militares el 30 de septiembre pasado.

La Secretaría de la Defensa Nacional relacionó a Ortiz Vega como un elemento de baja categoría en el “Cártel de Sinaloa”, pero que tenía información suficiente sobre la estructura de la organización.

El Ejército dio a conocer su identidad con una fotografía, en la que se presumió que era atendido en una ambulancia.

El 22 de octubre la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada dio a conocer que Ortiz Vega formó parte de un grupo armado, el cual el 29 de septiembre atacó atacó a un grupo de militares en el poblado Bacacoragua, Badiraguato.

Por ese ataque, el Ejército, según la explicación de la SEIDO, comenzó un enfrentamiento en el que detuvieron a Ortiz Vega, después de que resultó herido en la refriega.

Dos horas y media más tarde, según el informe, cuando era trasladado en una ambulancia, otro grupo armado atacó el convoy de militares en la entrada de la Ciudad de Culiacán por la carretera México 15, el cual duró, de acuerdo con vecinos del sector, más de 40 minutos, sin que ninguna autoridad local acudiera a auxiliarlos.

Esa emboscada provocó una serie de operativos militares en Sinaloa, principalmente en Culiacán, en el que detuvieron a al menos 174 personas para entrevistarlas, se desarrollaron 40 inspecciones oficiales, cuatro cateos, entre ellos una clínica y decomisaron armas de distintos calibres, celulares, vehículos y dinero en efectivo.

Por esos operativos militares también se sitió la Policía Ministerial del Estado en tres ocasiones, para la revisión de armas y entrevistas con personal de la corporación, sin que se diera una explicación formal del Ejército o el Gobierno del Estado.