"El nacimiento de Juan el Bautista"

Padre Amador Campos Serrano

Diferente y enigmático, así lucía la figura del precursor Juan el Bautista, aunque en su tiempo su estilo de vida no era completamente desconocido, pues las circunstancias habían impulsado a algunos a una forma de vida semejante.

El rechazo a las formas imperantes, tanto en lo religioso, como en lo social, era una manera de mostrar inconformidad, haciendo una propuesta, con diferentes grados de radicalidad, de volver a la fidelidad a la ley mosaica de los orígenes del pueblo de Dios.

Siguiendo el texto bíblico, encontramos que Juan era seis meses mayor a Jesús, así está indicado en el evangelio de San Lucas, haciéndonos entrever el significado de su vocación a través de símbolos, una forma muy utilizada en aquellos tiempos y en esas culturas.

Juan fue previamente anunciado a su padre, un sacerdote del judaísmo, pero éste no aceptó este mensaje y por ello enmudeció, a diferencia de María, quien si acepto el mensaje, a pesar de las consecuencias, considerándose a sí misma como una esclava del Dios Verdadero, sin las pretensiones protagónicas en las cuales había caído el judaísmo.

La línea separadora entre la Antigua y la Nueva Alianza queda marcada en estos hechos. Aunque no es abolida la Antigua Alianza, si está superada, pero la Nueva Alianza parte de los mismos moldes, como sería expresado más tarde en el pasaje de las Bodas de Caná.

Zacarías enmudeció por haber dudado y con él el Antiguo Testamento calla, pero de sus entrañas surge Juan, el hijo de Zacarías, él será la voz preparadora de la Nueva Alianza y él mismo cederá su paso a Jesús, el Mesías anunciado desde la antigüedad.

El termino Bautista es una indicación a la actividad con la cual el evangelista lo presenta, una actividad no desconocida en esos tiempos, pues se acostumbraba hacer baños, como un signo de purificación y en los desiertos de Judea algunos grupos los habían aceptado como un ritualismo, en signo de rechazo al abandono del espíritu de la ley y como un signo de vuelta a Dios.

El dato curioso y sorprendente es que Juan es quien introduce a Jesús en el desarrollo de la Nueva Alianza y cede a varios de sus discípulos para que sigan a Jesús. Juan se convierte en la culminación del profetismo, al ser él quien no solo anuncia al Mesías, sino que también personalmente lo presenta.

El nacimiento de Juan marca un momento, ya anunciado en los pasajes de las Sagradas Escrituras, es el inicio de una nueva era en la historia de la salvación, estando Jesús ya presente entre nosotros, oculto en el interior del vientre de María y entrando en escena quien lo habría de anunciar y presentar a las gentes.

Zacarías, su padre, representando la Antigua Alianza exclamó: “Y tú niño, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor, preparas sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación y el perdón de los pecados”.