|
"COLUMNA"

"EL OCTAVO DÍA: Apréndase esta palabra"

""Gentrificación es la palabra que define una parte de Mazatlán. Ya nos alcanzó ese fenómeno. Paso a explicarme. Es duro""
EL OCTAVO DÍA

Gentrificación es la palabra que define una parte de Mazatlán. Ya nos alcanzó ese fenómeno. Paso a explicarme. Es duro.

Gentrificación, proveniente del inglés gentry (alta burguesía). Por supuesto, no hablo de que este pueblo hoy sea como Mónaco o Downton Abbey. Es otra la situación.

Me refiero al proceso que ha vivido el Centro Histórico, hoy zona de combate social, político y vehicular.

Costó mucho rehabilitar ese Viejo Mazatlan... hasta se dudaba si llamarlo así, porque de histórico no tenía nada. En serio: sí murió ahí Angela Peralta, pero no tenemos otro acontecimiento histórico nacional en ese barrio que esté en los libros de historia.

No es como el centro de Guanajuato, Morelia o Guadalajara, donde se definieron grandes pasajes de la agenda histórica nacional.

Se proponía “Viejo Mazatlán”, como “La Habana Vieja”. Pero la palabra histórico era indispensable para que el INAH de aquella época diera todo el apoyo.

Tampoco era el centro geográfico... desde hace años es el Fovissste que está junto al Hospital del Issste, en su época el único de Mazatlán y donde uno sentía que estaba en las afueras.

No fue fácil activar el Centro Histórico. La Machado por años solo tenía como negocios exitosos una tortillería, un restaurante de comida yucateca y una tortería donde sus principales clientes eran los operadores del pesero rojo, que ahí tenían su terminal, a gusto en los Portales de Canobbio.

(Para mí era muy cómodo salir de la Biblioteca Franklin o los cines de la Concordia y sentarme en el camión a leer, mientras se iba llenando, antes de que se pusiera en movimiento).

Pero el éxito provocó más detalles. Ruidos en las noches, drenaje colapsado en Carnaval y eso que llaman gentrificación.

El concepto fue acuñado por la socióloga Ruth Glass en 1964, al estudiar los cambios sociales que se presentaban en Londres con relación al territorio.

Gentrificación se trata, por tanto, de un proceso de transformación de un espacio urbano deteriorado -o en declive- a partir de la reconstrucción -o rehabilitación edificatoria con mayores alturas que las preexistentes- que provoca un aumento de los alquileres o del coste habitacional en estos espacios.

Esto a veces detona que los residentes tradicionales abandonen el barrio -y se sitúen en espacios más periféricos-, lo que produce que este “nuevo” espacio vaya a ser ocupado por clases sociales con mayor capacidad económica que les permita aportar estos nuevos costes.

Lo cual ocurrió en el Ex-Df con el fenómeno de la Colonia Condesa, que se despobló después del terremoto del 85 y se llenó poco a poco de antros, restaurantes y valet parking al grado que la raza le llama “La Fondesa”.

Era un espacio alternativo a la súper cara y fresa Zona Rosa y estaba un poco más cerca del discurso de la UNAM y los depas de estudiantes.

Aquí, los inversionistas gringos han aumentado los precios de las viejas fincas.

El fenómeno no ocurre siempre por culpa de la remodelaciones. También es parte de la vida de los fraccionamientos y residenciales. Hay zonas de la ciudad que se han quedado despobladas o se han vuelto colonias de adultos mayores.

La Colonia López Mateos antes bullía de jóvenes que, ya de casados, han a huido a la promesa de privacidad de los nuevos cotos residenciales allende el Venadillo.

Veamos cómo le va al Viejo Mazatlan con la gentrificación... a ver si las nuevas torres no terminan de darle en la torre.

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!