"EL OCTAVO DÍA: Buenos días, Babilonia"

Algunos vendedores de Bienes Raíces, cuando quieren convencernos de que compremos algo ya, nos dicen que “se pierde más dinero por indecisiones que por malas decisiones”.

Siento yo en el ambiente, desde fines del mes diciembre hasta estas fechas, una desazón entreverada con el gasolinazo y el ascenso de Trump, que quizás los lectores han percibido en su entorno de diferentes maneras.

No hablo de las manifestaciones de protesta, que son un reflejo natural y sano de la situación, sino de una sensación de incertidumbre que ya nos está haciendo daño en estos inicios de este 2017.

Por ejemplo, conozco a alguien que está organizando un evento musical cultural y, a pesar de que ya tiene el presupuesto y los artistas que van a invitar generalmente esperan y gustan de la actividad, ha topado con lentitud en muchos detalles, incluso en respuestas tardías a correos electrónicos e indefinición en llamadas telefónicas.

No hallaba explicación, hasta que descubrió el viernes, día en que quería empezar a cerrar contratos, que todo mundo estaba viendo desde la mañana la ascensión de Trump y no tenían cabeza para una actividad musical que será dentro de varios meses.

Es bueno que nos preocupemos por la situación mundial: la escalada neoliberal, moralina y abiertamente fascista de Reagan nos tomó a muchos por sorpresa, ya que casi no nos enterábamos de la política previa interna de los Estados Unidos en aquella época.

Si acaso, algunas declaraciones del reverendo Jesse Jackson y Ted Kennedy o cuando llegaban sus rivales a las campañas, como los hoy superolvidados Walter Mondale o Geraldine Ferraro.

(Mondale no llegó a la Presidencia porque desde los 70 estaba a favor del control de armas y en contra de los costosos programas espaciales de defensa).

Los que vivimos la juventud de 1980 a 1990, conocimos la presencia de un imperio gringo que tuvo en tensión constante la zona de Centroamérica y Medio Oriente hasta que la caída del Muro de Berlín cambió el tono, sin impedir la escalada militar en Irak.

En Mazatlán no fueron raras las manifestaciones de protesta ante el consulado estadounidense, que por lo general fueron pacíficas. Recuerdo que una vez el propio cónsul, Edward Vázquez, salió a recibirnos y nos explicó los motivos de la operación Tormenta del Desierto.

Decía el filosofo Nietzsche que la historia experimenta un constante retorno. Vuelven los ciclos humanos y sociales, aunque ahora potenciando con más tecnología, difusión y efecto demográfico.

El 11 de septiembre nos demostró que la historia del súper moderno y liberal Siglo 20 es solo un parpadeo en la guerra milenaria de las religiones.

Hoy despertamos con un nuevo imperio frente a nosotros y un Nabucodonosor bufonesco. Buenos días, Babilonia.

El mismo soldado que monta guardia en Benghazzi, Libia es equivalente al último centurión romano vigilando los muros de Cartago. Son el mismo hombre y no lo saben.

¿Trump es una reedición de Reagan y Malova fue una versión de López Portillo en dimensión Sinaloa? El abatimiento social es moneda de cambio en las conversaciones.

Antes se nos decía que el alza del dólar era buena para Sinaloa, porque aumentaban las exportaciones de camarón, cosechas “y otros productos”, pero ya ni siquiera nuestros gobernantes han ensayado esa retórica.

Esperemos que superemos esta racha de sonambulismo y no solo la terapia carnavalera nos saque del marasmo de este filosófico inicio de año.