"El paracaídas que sí se abrió"

Recién graduados de la carrera de Diseño Gráfico, Alfredo Lie, Gabriela Cañedo y Alba Bojórquez Picos decidieron emprender un proyecto empresarial, un lugar en el que no sólo disfrutaran hacer lo que les gustaba, sino tener un equipo de trabajo conformado por personas con diferentes talentos.

Tres jóvenes recién graduados, que si bien habían trabajado antes, no tenían relaciones de negocios, pero decidieron arriesgarse con la empresa Autten, que en inició era por nombre Auténtica.

Después aplicaron lo que exponen a sus clientes, que es rediseñar su marca para el bien de su negocio, así que cambiaron el nombre a Autten, de raíz auténtica.

“Queremos hacer las cosas diferentes en todos los sentidos, en negocios; nos gusta unirnos a empresarios que les guste arriesgarse y hacer cosas diferentes en su industria y cosas diferentes con nuestro equipo para que este contento”, dice Alba.

El fondeo del trío emprendedor eran sólo sus ahorros, los cuales se componían de 10 mil pesos por cada socio. Invirtieron todo para remodelar la casa de Alfredo, su novio entonces.

“Fue como cuando te tiras de un paracaídas, en ese momento se había tirado un muchacho en Chiapas y no se había abierto el paracaídas, entonces, es tomar un riesgo; iniciamos muy jóvenes, de 22 años, nos aventamos del paracaídas, yo les dije a mis socios, 'no sabemos si este paracaídas va a abrir, si no abre, nos volvemos a aventar', y sí abrió el paracaídas”, recuerda.

Solamente tenían un cliente pequeño, una revista. No tenían sueldo, dividían la mitad de la paga para los socios, que era 4 mil pesos, y la otra mitad, o sea 2 mil pesos, para gastos del negocio.

“Nos pasó estar en rojo, estar en ceros, pero buscamos la forma para salir adelante y valió la pena”, dice la empresaria de 32 años.

Trabajo y calidad de vida

Alba Bojórquez se siente orgullosa de lo que ha logrado, siente que más que un equipo de trabajo, tiene una familia.

“De hecho, cuando comenzamos con el proyecto, quisimos proyectar un lugar que no habíamos encontrado, no sólo para nosotros, queríamos un lugar en el cual pudiéramos dar una mejor calidad de vida a todo nuestro equipo”, expresa.

En la actualidad, el equipo de Autten se conforma por 13 personas trabajando: tres hombres, contando al director de operaciones, y el resto mujeres, que en algún momento van a ser mamás, como hoy son Alba y su socia Gabriela.

Hoy piensan en buscar oportunidades para que el equipo tenga más facilidad de estar con su familia.

“Hemos hecho cambios para que nuestro equipo tenga una mejor experiencia con su familia, trabajamos corrido de lunes a viernes, se han hecho algunas cosas, también queremos que los papás que trabajen aquí tengan un periodo de paternidad mayor a lo que la ley estipula”, explica.

“Para que eso resulte, tiene que haber un equilibrio entre familia y trabajo, buscamos eso”.

Cuenta que en su equipo se ven como familia y eso les a ayudado cuando hay momentos difíciles, que les han enseñando a mejorar.

“Los momentos complicados son los que te hacen ser creativo para encontrar la solución... siempre en cualquier momento que ha sido una situación complicada, lo que me ha impulsado es el compromiso de mis socios y yo con el equipo de trabajo y su familia”, comenta.

Por el resultado de su trabajo se fueron ganando la confianza de sus clientes, quienes los han recomendando. Su red de contactos ha crecido y ahora tienen una buena relación de empresarios.

“Nosotros somos muy formales... contratos, honrar lo que prometemos, fue como ser muy disciplinados, el servicio es lo que gusta, vamos mostrando al cliente que siempre trabajamos por perfeccionar nuestros procesos de trabajo”, refiere.

Convertida en mamá

Para Alba ha sido de gran ayuda ser parte de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa, pues son mamás y le han dado buenos consejos que le han servido para comprender que es posible ser empresaria, madre y esposa.

“Yo creo que soy afortunada de contar con un negocio propio y que se haya unido a la experiencia de ser mamá, porque he tenido mucho el apoyo tanto de mis socios, de hecho uno de mis socios es mi esposo, cuando iniciamos eramos novios y mi otra socia es muy amiga de nosotros”, expresa.

Si bien dice que cambió su horario de trabajo, que ahora es corrido desde las 8 horas a las 15:00 horas, en caso de quedarle alguna tarea inconclusa la pueda hacer desde su casa, aunque siempre tratando de que la tarde sea sólo tiempo para dedicarle a su bebé.

Los primeros diez meses a partir del segundo mes, Alba se llevó a la niña a su oficina, donde tenía su corral y podía trabajar con ella, además hubo ocasiones en que se la llevaba a las reuniones en un rebozo y era una situación que a los clientes les gustaba y aceptaban muy bien.

Lleva un año con lactancia materna y quiere continuar mínimo hasta 2 años con esta práctica, esto pese a que ya se encuentra desde los 10 meses en guardería por las mañanas.

“Mi equipo de trabajo también me la cuidaban, fue muy padre combinar eso, sí tuve mis meses de puerperio pero al ser tú dueña o directora de una empresa tienes que estar al tanto, me mantuve al tanto desde mi casa y disfrute estar con mi bebé”, expresa.

“Siempre he tenido el apoyo tanto de mis socios, como de mi equipo de trabajo”.

“Los momentos complicados son los que te hacen ser creativo para encontrar la solución".

Alba Bojórquez Picos

Autten