"El reto de llevar humanos a Marte"

Colonizar Marte ha cautivado la imaginación humana desde hace mucho tiempo, y la NASA no es la excepción.

La agencia espacial estadounidense ha hecho del aterrizar humanos en Marte una gran prioridad de sus programas de exploración, y con una legislación bipartidista de 2010 prometió que desarrollaría las capacidades para enviar humanos al planeta para la década de 2030.

Pero sigue habiendo un problema importante que se interpone entre la humanidad y el planeta rojo: el dinero.

El director del programa de exploración humana del espacio de la NASA, William Gerstenmaier, dijo el miércoles que con su presupuesto actual, la agencia simplemente no puede solventar el costo de propulsar una nave espacial tripulada a Marte.

“A causa de este horizonte, durante la década de 2030, no puedo dar una fecha de cuándo los humanos estarán en Marte”, dijo Gerstenmaier el miércoles, en respuesta a una pregunta en una reunión de propulsión del Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica en Georgia.

“Con los niveles de presupuesto que hemos descrito —es un aumento de aproximadamente 2 por ciento—, no tenemos los sistemas de superficie disponibles para Marte. Esa entrada, descenso y aterrizar es un reto enorme para nosotros en Marte”.

La NASA ha aterrizado varios vehículos exploratorios no tripulados en Marte en el pasado. El rover Curiosity, que aterrizó en Marte en agosto de 2012 y pronto celebrará su quinto aniversario explorando el planeta, costó alrededor de $2,500 millones de dólares.

Gerstenmaier dijo que una misión tripulada a Marte pesa alrededor de veinte veces más lo que los rovers anteriores han pesado. “Entonces, es un aumento veinte veces mayor de la capacidad”, dijo él, posiblemente queriendo decir un costo mucho más alto.

Los legisladores asignaron a la NASA un presupuesto de $19,500 millones de dólares para el año fiscal 2017, el cual equivale a menos de la mitad del uno por ciento del presupuesto federal general.

La agencia no ha dado una cifra específica del costo de una misión tripulada a Marte, y los cálculos varían dependiendo de la fuente. En 2012, el director del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Brent Sherwood, calculó que el proyecto podría costar hasta $100,000 millones de dólares en el curso de 30 o 40 años. Más recientemente, Pascal Lee, director del Instituto Marte —un grupo de investigación sin fines de lucro financiado parcialmente por la NASA y domiciliado en un centro de investigación de la NASA en Silicon Valley—, dijo en mayo que una misión humana a Marte podría costar hasta $1 billón de dólares en el transcurso de 25 años.

Las organizaciones privadas que trabajan en sus propias misiones a Marte han calculado costos menores. Mars One, una organización holandesa-suiza que busca establecer un asentamiento permanente en Marte, busca llevar cuatro personas a Marte con un costo de $6,000 millones de dólares. Elon Musk, fundador de SpaceX y quien ha dicho que quiere enviar humanos a Marte a principios de la década de 2020, dio el costo de $10,000 millones de dólares por persona en 2016.

Aterrizar en Marte presenta numerosas amenazas para una misión tripulada. La nave espacial debe angular correctamente su entrada en la atmósfera marciana: si se inclina demasiado, la nave podría incendiarse, y si no se inclina lo suficiente, la nave podría errar el planeta de plano. Los astronautas deberán usar propulsores de reversa y paracaídas para frenar la nave espacial de manera que no se destruya por el impacto con la superficie. La nave también deberá ubicar una superficie segura de aterrizaje en el terreno accidentado de Marte, partes del cual están llenas de cráteres gigantescos.

Y aun cuando la investigación ha mostrado que agua líquida otrora fluyó en Marte, un estudio reciente halló que el suelo es tóxico para las bacterias —una de las formas más simples de organismos vivos— y esto también podría presentar problemas para sostener la vida humana.