"Ely Guerra se apasiona en Mazatlán"

Haciendo derroche de sensualidad y carisma, Ely Guerra se presentó en el Teatro Ángela Peralta de Mazatlán, donde compartió lo mejor de su último álbum, titulado “El Origen: a piano y voz”, lanzado en julio de 2014 y homónimo de la gira que conmemora sus dos décadas de trayectoria artística profesional, misma que concluyó precisamente la noche de este jueves en el máximo foro cultural porteño.

Celebrado en el marco del Festival Cultural Sinaloa, el concierto es un recuento de las melodías más emotivas para la cantautora, quien abrió su corazón ante los mazatlecos, dejando atrás su imagen roquera y rebelde, mostrando a una mujer sensible y plena, que a pesar de los desaciertos en el amor ha aprendido a disfrutar del hoy.

Acompañada por el pianista Nicolás Santella, la regia reafirmó su compromiso con la música y dejó claro el por qué de sus casi 25 años de trayectoria profesional en el escenario: una gran calidad interpretativa, potencia de voz, talento en la escena y una gran capacidad para transmitir emociones a través de sus finas letras.

“Nicolás Santella y yo, un músico con quien tengo trabajando 20 años juntos, estamos haciendo esta gira desde hace dos años y medio, hemos hecho muchas, muchas, muchas plazas públicas, muchos masivos y es un privilegio estar en este maravilloso teatro. Sólo hemos hecho tres teatros en toda la gira y es un honor estar en el hermoso Teatro Ángela Peralta”, expresó la compositora.

A cada tema interpretado antecedió una anécdota personal, incluso íntima, donde la ganadora del Grammy Latino explicaba el cómo surgió o por qué se identifica con esa letra. Así, el público disfrutó de temas que no son de su autoría como “Vereda tropical” y “El triste”, con un estilo muy sensual, así como una versión personal de “Bésame mucho”, a la que tituló “Quiéreme mucho”.

En algunas canciones suyas, la Guerra tomó su guitarra rosa y con el acompañamiento del piano destacó aún más su voz. Luego de una docena de interpretaciones, se retiró del escenario junto con Santella, pero a la insistencia de “¡Otra, otra!”, volvió y ofreció cuatro temas más, entre los que volvió a compartir detalles de su vida amorosa.

“Lo más lindo de ‘El Origen’ es que nos permite explicar por qué un autor escribe canciones, por qué escribimos canciones, por qué decimos lo que decimos a la hora de interpretar, por qué los cantautores tenemos una necesidad de decir cosas a través de la música”, añadió la también productora.

El origen expone al desnudo un balance armonioso entre la música popular escrita por aquellos grandes compositores mexicanos que admiramos, con el trabajo de una colega contemporánea que ha sabido arriesgar y defender su origen; a través de “Tengo frío” y “Ángel de amor”, donde se hizo acompañar por su rosada guitarra, para continuar con “Lágrimas de agua salada”, “El triste” y “Júrame”, con el cual se despidió del público.

Explora nuevos sonidos para nuevo disco

Tras su presentación en Mazatlán, Ely Guerra dio fin al tour “El Origen: a piano y voz”, luego de dos años y medio de conciertos, en los que ha pisado los más importantes escenarios de México y América Latina. El siguiente paso es regresar a los estudios de grabación para empezar con la producción de su próximo disco, para el cual ya está explorando nuevos sonidos.

“Este es (fue) nuestro último concierto de año, porque me voy a terminar de producir, justamente con Frank Filipetti, un ingeniero de audio maravilloso, estamos haciendo la mezcla de nuestro último material”, comentó la ganadora del Grammy Latino en 2010 por su producción “Hombre Invisible”.

Durante una rueda de prensa previa al concierto, la roquera mexicana destacó que en este momento de su vida se siente plena y feliz, ya que está viviendo un momento diferente, por ende, mi música es diferente hoy día y está en un momento de inspiración renovada.

“Estoy muy contenta, me siento muy realizada, sobre todo muy coherente con mi edad, con mi vida. No es lo mismo escribir a los 15 años, no es lo mismo escribir a los 20, no es lo mismo escribir canciones a los 30, mucho menos a mis 45 años. Hay una transformación, hay otras cosas qué decir, hay otras cosas qué entregar. Soy una mujer auténtica”, aseguró.

Guerra destacó que no puede escribir de nuevo algo como “Ojos claros, labios rosas”, tema que escribió en un momento que estaba enamorada, porque aunque le gusta mucho la melodía, la canta y la siente, mas ya no podría expresarse de la misma manera.

“Uno crece, uno evoluciona, tienes que hablar de otras cosas, que expresar otras cosas, tienes que generar otros sonidos y esa es mi búsqueda. Estoy muy contenta y me siento realizada, y espero que el próximo año, en el 2018 ustedes disfruten conmigo de mi nuevo material”, añadió.

CONCIERTO ÍNTIMO

Una noche sencillamente espléndida, se vivió el pasado jueves en el Teatro Ángela Peralta, con el concierto “El Origen: a piano y voz”, de Ely Guerra y el pianista Nicolás Santella, dentro del Festival Cultural Sinaloa “Aquí hay algo de todos”, que organiza el Gobierno del Estado de Sinaloa, a través del Instituto Sinaloense de Cultura, con el apoyo de la Secretaría de Cultura federal.

RAMILLETE

La selección de temas del cancionero personal de Ely Guerra y de otros autores, fue un muestrario de canciones que forman parte de su historia como intérprete. Una actuación que complació a los cientos de mazatlecos, con quienes interactúo durante casi dos horas.

De la inspiración de la cantautora norteña, el público disfrutó de “Mi playa”, “Esta es tu boca”, “Tengo frío”, “Colmena”, “Ángel de amor”, “Ojos claros, labios rosas”, “Lágrimas de agua salada”, “Para ti”, “Por qué tendría que llorar por ti”, “Tu boca”, “Stranger”, “Peligro” y “Prometo ser”, sumando un ramillete de 16 temas.

SHOW

Además de tener un equipo técnico que maneja a la perfección el audio de su espectáculo musical, Ely Guerra apoyó su actuación con un excelente manejo de luces y proyecciones multimedia, ambientando las cuatro estaciones del año, tornando el foro en verano, otoño, invierno o primavera, acorde a las melodías interpretadas, a través de las cuales se contó una historia de amor, íntima y personal, nostálgica y con toques de picardía.