"Evangelización, Educación y Cultura"

Padre Amador Campos Serrano

Era sábado, uno de tantos, la costumbre, convertida en ley, programaba la visita a la familia, para los seminaristas residentes en la ciudad, al pasar para llegar al hogar, la camioneta estaba ahí y un grupo de niños aparecían saliendo del interior y ya la gente lo comentaba; el Padre Lucas, estaba formando un hogar para los niños.

La historia empezaba conocerse, el Padre Lucas y un grupo de jóvenes mujeres con generosidad y entusiasmo habían iniciado esta obra. Primero, habían estado en un domicilio ubicado en la Calle Privada del Faro e Independencia, en la Colonia Juárez, para luego trasladarse a la Colonia Klein y finalmente, regresaron a la Juárez, ahora en la Calle Agustín Melgar, para realizar un proyecto llamado La Ciudad de los Niños.

El Seminario de Mazatlán ya levantaba los inicios de su edificación, aún existían las rústicas barracas que dieron origen a la institución, en la antigua Hacienda de San Rafael, pero ya estaba el proyecto plasmado en una maqueta, mostrando el sueño de una ilusión.

Pasadas campañas radiofónicas habían sido un despertar en la conciencia para crear un seminario digno de una ciudad como Mazatlán, guiados con la firme voluntad del Obispo Miguel, algo que sería un modelo vanguardista para los vecinos del entorno.

Una nueva campaña radiofónica, un proyecto para continuar la construcción del seminario y ahora también el inicio de la Ciudad de los Niños, en un terreno, parte de la antigua Hacienda de San Rafael.

El Padre Lucas Carvajal toma parte en este evento, ahora también transmitido por la televisión, recientemente establecida en Mazatlán, con la formación del Canal 7, anteriormente el Padre Alejandro Gómez había sido una grata revelación en el dominio de los micrófonos y con ellos estaba el popular Abel, a quien llamaban “El gritón”, acaparando simpatías del auditorio por su peculiar estilo de comunicación.

La campaña radiofónica, como las anteriores, alcanzó el éxito, ya el sueño de tener un albergue para los niños sin hogar tenía una fundamentación para llevar a cabo la ilusión de los juveniles días del sacerdote Lucas, quien ya desde entonces formulaba un proyecto que ahora se podría hacer realidad.

Fue una tarde cuando se congregaba la ciudad, el Cardenal Miguel Darío Miranda, Arzobispo Primado de México, colocaba la primera piedra del proyecto Ciudad de los Niños, el acto estaba engalanado con la vistosa presencia de los miembros de los Caballeros de Colón, las emotivas palabras del cardenal hacían énfasis en la firme determinación del pastor de Mazatlán.

El momento de dejar su domicilio en Agustín Melgar, de la Colonia Benito Juárez, después de varios meses, había llegado, ahora estarían en su nuevo y definitivo hogar. El Padre Lucas Carvajal y el grupo de las jóvenes y entusiastas jóvenes surgidas de la Legión de María concretizaban su aventura,

Las jóvenes Velia Morales Moreno, Ofelia Tiznado Lizárraga, Margarita Osuna Moreno, Josefina Canseco Díaz y Martina Hernández, eran protagonistas en el inicio de esta benemérita cruzada, cimientos humanos de la institución, parte esencial en la pastoral social de la Iglesia de Mazatlán,

Cincuenta años han pasado, hoy el Padre Lucas sonriente mira su obra desde la patria celestial, algunas de estas ejemplares jóvenes ya no están y la Madre Velia, guerrera de mil batallas sigue ahí. Los egresados regresan a su hogar, hoy convertidos en hombres de bien, entre ellos hay un sacerdote, el querido Padre Concho, gloria y orgullo de esta institución, que en este aniversario en la seriedad de su rostro, su memoria evoca los lugares del lugar que también es su hogar.

La Ciudad de los Niños, una institución de Mazatlán, donde podemos hacer las palabras del Divino Maestro: “Dejen que los niños se acerquen a mí”. 50 años de existencia, ¡Los primeros de muchos más!