"Expulsados: Los desplazados del sismo"
Gabriela Soto / Enviada
El cuerpo de Protección Civil determinó que este inmueble representa un peligro para los residentes porque puede desplomarse por las gritas que atraviesan los muros.
Otra trozo de cinta del mismo color impide cruzar la calle Del Parque España.
La calle Ámsterdam, en la Ciudad de México, es el ejemplo que emplean los capitalinos para evidenciar la fragilidad de los edificios construidos y la "burbuja del boom" inmobiliario.
El martes cuando el sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, movió al centro de México, los inmuebles aquí localizados no soportaron la sacudida y se cayeron a pedazos: las fachadas, las paredes, los techos y los vidrios. Algunas edificaciones quedaron desnudas, con los muros a la vista. Y los escombros expulsados a la calle.
Las colonias Roma y Condesa, dos zonas de alta plusvalía de inmuebles que durante los dos últimos años casi duplicaron sus costos, son ahora lugares peligrosos para vivir y trabajar.
Son 38 edificios que derrumbó el temblor, según los reportes de las autoridades locales. Sin embargo, el número podría elevarse porque otros inmuebles sufrieron daños y falta valorar si deberán derrumbarse o no.
Las personas ahora hacen sus maletas y sacan los artículos más valiosos que poseen antes de que los ladrones lleguen. Y se van a refugiarse con algún familiar o un amigo. Son los desplazados por el sismo.
Una mujer que come en el restaurante de pizzas le cuenta a su amiga que encontró los juguetes de su hijos destrozados. Ella se prepara para dejar temporalmente la Ciudad de México, ya tiene sus maletas preparadas y hoy sale a Cuernavaca. Tiene miedo de vivir aquí.
Un hombre que camina por el Parque España le pregunta a su compañero: ¿cuánto costarán ahora las propiedades aquí? Mientras se detienen a evaluar la fisura que dividido a los departamentos.
La evacuación
Oriana Jiménez Castro sale corriendo del edificio ubicado en la calle Valladolid en la colonia Roma.Trae casco y lleva agua embotellada que la proteja en caso de que el edificio de siete pisos le caiga encima.
La guionista de 35 años de edad arriesgó la vida para recuperar su ropa y otros artículos a los que les tiene apego.
"Desde que tembló se agrietaron las paredes, cayeron varios muros internos y se cayeron los ocho tinacos y la instalación de gas también se rompió", describe.
Después del sismo del martes, los vecinos evacuaron los 28 departamentos del inmueble.
Dos días después, se organizan para entrar en parejas, con protección y en el menor tiempo, y sustraen los artículos más importantes. No pueden extraer los muebles porque pone en riesgo la estructura.
"Ya no podíamos entrar", dice, "porque es probable que se colapse el edificio".
--¿Cuántos dictámenes han hecho?
--Fue uno el mero día. Y otro al día siguiente. Y otro hoy (el jueves). Son tres diferentes…
Ella vivía en un departamento ubicado en el quinto piso del edificio desde hace tres años junto con su novio, quien rentaba el sitio a una inmobiliaria que no se ha contactado con él.
"La inmobiliaria se ha desapegado del tema. En realidad, todo lo que hemos logrado, lo hemos hecho entre los vecinos, incluso apagar el gas y cosas así más difíciles en el momento de manejar los nervios", expone.
Por el pequeño departamento, estima que su novio pagaba la renta de 10 mil pesos a 12 mil pesos mensuales.
En ese edificio se arrendan 28 apartamentos, por lo que se estima que los ingresos de la inmobiliaria oscilan de los 280 mil pesos a los 336 mil pesos mensuales.
--¿Y ahora cuál es el plan?
--Yo vivo aquí circunstancialmente con mi novio. Yo tengo mi propia casa y afortunadamente vivimos ahora juntos en la casa de allá en Copilco. Sí tenemos un panorama un poco más favorable… Pero sí, sus pérdidas (las del novio) son bastantes grandes. Ahorita él está ayudando, entonces no se ha puesto a pensar en eso, las cosas pasan a segundo termino.
El daño a las oficinas
Cuando el sismo de 1985 derrumbó las oficinas del despacho entonces ubicadas en la calle Sinaloa, el tío de Jaime Rebollo las trasladó a un edificio nuevo que ahora fue dañado con el temblor del 19 de septiembre.La orden que han recibido de los arquitectos e ingenieros civiles que han evaluado el inmueble es contundente: "deben desalojarlo", insiste.
Es un inmueble joven de 30 años de construcción ubicado frente a la fuente de Cibeles. Tiene seis pisos que albergaban las oficinas de despachos jurídicos y mueblería.
Después del movimiento telúrico, el edificio quedó con grietas en la fachada y lozas despegadas. Los vidrios rotos. En el interior, las escaleras quedaron desnudas porque se cayó el yeso que las protegía; hay más grietas en las paredes. Las puertas no se pueden abrir.
Jaime Rebollo advierte que está ladeado.
"Es un edificio que está de un costado recargado sobre de los edificios que están dando vuelta a la fuente de Cibeles. El edificio que está a su costado izquierdo es nuevo, entonces sobre ese edificio no hay ninguna estructura. De hecho, el otro edificio está intacto. Pero de este lado, los edificios se desgajaron porque este edificio se asentó sobre si mismo… pero no se alcanzó a recargar en ningún otro edificio. Entonces, tenemos un problema en la base en la parte del estacionamiento y donde están las escaleras", explica.
La edificación ha recibido dos evaluaciones. La primera reporta que tiene daño estructural y que está ladeado. El segundo informe indica que las vigas de la estructura están en buen estado y los muros adicionales son los que están dañados, por lo que la reparación se prolongará de seis a ocho meses.
--¿Cuánto dinero costaría repararlo?
--¡Prrrrr!... Bueno, yo creo que arriba de millones (de pesos), hacerte un cálculo está cañón porque las otras oficinas también no nos han pasado el parte de cómo están. Pero mínimo lo que son estructuras, lo que son tuberías, lo que son vidrios, sobre todo porque seguramente van a tener que volver a escarbar para clavar bien el edificio y se va a elevar (el costo), seguramente, a millones (de pesos).
La revisión oficial la hará Protección Civil la próxima semana, sin embargo la instrucción es concluyente:
"No se quede nadie por tiempos prolongados. Podemos venir por cosas, pero no podemos seguir trabajando aquí y quedarnos por un tiempo muy prolongado porque está el riesgo de que cualquier réplica o cualquier movimiento, como el temblor de la mañana (de ayer) puede ser que se sienta cuando sube las escaleras alguien, se mueva y con esa vibración se venga a bajo. Sí hay riesgo", acota Jaime Rebollo.
Sin un dictamen final ni plan, el lunes regresará a trabajar en los pendientes del despacho jurídico y tendrán que improvisar las oficinas en alguna casa. En realidad, aun no sabe donde.
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