"Firmas"

"Economía 2008"
06/11/2015

    Jesús Héctor Muñoz Escobar

    Una de las preocupaciones más grandes del ser humano es qué va a pasar con su economía; la revista Newsweek hace un análisis interesante de lo que va a suceder este 2008, ha habido poco aliento en las noticias económicas mundiales desde que empezó la crisis hipotecaria la primavera pasada, y ahora, al parecer, entramos en un invierno de descontento. Los problemas crediticios se han propagado como virus a lo largo de los sistemas financieros estadounidenses y europeos, los elevadísimos precios de los alimentos y el petróleo hacen estragos en los presupuestos domésticos.
    Parece que las cosas son tan malas como se les recuerda recientemente, excepto que si uno ve más allá de las fluctuaciones temporales del mercado y ve cómo se comporta la economía mundial real, las cosas nunca han estado mejor. En los últimos cuatro años el mundo ha crecido a un ritmo anual de 5.2 por ciento (2 puntos porcentuales más arriba que en las décadas de 1980 y 1990), gracias en gran medida al auge de los mercados emergentes. Mientras que EU y muchas regiones de Europa se rezagan, la mayoría del resto del planeta está a la alza. Considere que entre 1980 y 2000, el número de países que crecían a 5 por ciento o más se mantuvo alrededor de 50. En 2006, 104 naciones crecían a ese ritmo.
    Las filas de quienes crecen rápidamente van más allá de los obvios, por ejemplo, Camboya, que aún se recupera de una generación de genocidio, guerra civil y confusión política, está completando su noveno año seguido con un crecimiento mayor al 6 por ciento (uno de 27 países semejantes con una racha similar). Eslovaquia, que recibió principalmente masas desempleadas y comunistas inflexibles cuando se separó de Checoslovaquia, en 1992, tuvo un crecimiento del 9 por ciento en 2007. El desempleo (antes un problema intratable para esta nación de 5 millones) ha caído a los niveles más bajos en su historia, gracias a las reformas tributarias y empresariales que han hecho del país una fuerza exportadora. Turquía ha promediado 6.9 por ciento en seis años, pese a una población kurda impaciente y una guerra en los 331 kilómetros de su frontera con Iraq, este auge amplio se refleja en los índices bursátiles de los mercados emergentes, que aumentaron 40 por ciento este año, contra un pobre 5 por ciento del S&P 500. Es el opuesto total de la década de 1990, cuando las crisis económicas constantes causaron serios problemas en economías emergentes como Malasia, Turquía y Rusia, países con instituciones políticas y monetarias frágiles. Antes de eso, la década de 1980 fue conocida como la “década perdida” de América Latina, un periodo en el que países como México, Brasil y Argentina se estancaron tras años de préstamos excesivos y un incremento súbito en las tasas de interés.
    Así que hay razones para ser optimista, pues las naciones emergentes ya no sólo extraen recursos y proveen mano de obra barata, sino que generan sus propias clases medias, crean compañías de calidad mundial y se vuelven actores del escenario financiero mundial. Si nos remontamos a los días de la crisis de la burbuja del “punto com” de 2001 y 2002, pocos economistas hubieran pronosticado que la economía mundial disfrutaría la expansión que tiene hoy.

    Comentarios: jhme@cln.megared.net.mx

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