"LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD: Lo que no forma…"

Este fin de semana me regalé tiempo para navegar por los famosos canales de videos musicales a fin de preparar una conferencia. Debo confesar que con frecuencia observo de forma indirecta ciertos canales musicales cuando visito algunos restaurantes que proyectan como parte de su servicio videos musicales. Es más mi entusiasmo en la conversación o en la degustación, que centrar mi atención plena en la pantalla de televisión, así que mi capacidad de reflexión sobre lo observado disminuía considerablemente, hoy mi navegación fue con alta concentración y mi percepción fue muy inquietante.

La primera pregunta que surge es: ¿Conocerán los padres de familia los contenidos de la imágenes y escenas de los divertidos videos musicales?

Mi respuesta optimista es que creo que no, sino tendríamos mucho cuidado en qué canales sintonizan nuestros hijos en la televisión, en las redes sociales y en los canales de internet. Es más inquietante cuando nos enteramos de la alta cifra de menores de edad que han convertido esta opción de diversión en su mejor compañía, incluso en los más pequeños, casi una nana sustituta.

Me asombra de forma no positiva cómo los contenidos de las canciones que están en el top ten de preferencias son directa o indirectamente relacionados con el consumo de alcohol, sexo y violencia.

“Mami yo me siento tuyo, yo sé que tú te sientes mía, dile al noviecito tuyo que con él te sientes fría. Mami yo me siento tuyo, te caliento más, más, más“.

Esta es la más sencilla en letra e imágenes, pero la ligereza con la que se presenta en el video puede confundir a cualquier joven de lo que es vivir con responsabilidad. ¿Nos haremos cargo del proceso de madurez de nuestros hijos y la interpretación que hacen de estos videos?

Pero el popular Maluma, que hacen cola las madres juntos con sus niñas para ver los conciertos, afirma en una canción:

“Ya no sé qué hacer, no sé con cuál quedarme, todas saben en la cama maltratarme, me tienen bien, de sexo me tienen bien”. 

“La primera se desesperase encojona si se lo echo afuera, la segunda tiene la funda y me paga pa’ que se lo hunda”.

¿Se imaginan la profundidad de letras y la permisividad de nosotros?

En un sentido de honestidad evité poner cosas más fuertes que encontré en mi búsqueda, sólo pretendo dar un ejemplo de cómo la fuerza de las palabras y las imágenes van formando un criterio en nuestros jóvenes, y luego nos asustamos por la sensibilidad y mirada de las situaciones actuales que ellos viven y cómo las viven.

La mayoría de estos padres están buscando una escuela que les ayude en la formación de sus hijos, cuando el primer formador está en la casa. ¿Cuándo daremos el primer paso?

Te invito a visitar las reflexiones que se comparten en Oscar García Coach.