|
""

"Las alas de Titika: Amenazas del café"

"."
18/11/2017

María Julia Hidalgo López

La amenaza no viene de tomar café, sino de lo que representa ir a su encuentro. Parece que visitar una cafetería se está convirtiendo en un acto de valentía. “Quieren acabar con nosotros”, dice un amigo paranoico asiduo a la cafetería de la esquina, tras el reciente asalto que acabó con la vida de un tomador de café. Según mi amigo, hay quienes quieren acabar con las tertulias y los pocos sitios que quedan para recrearnos y compartir razonamientos. ¿Qué tanto puedan robar en un café si lo único que allí se exponen son palabras e ideas?, insiste.

Según él, alguien tiene un claro interés de perturbar la tranquilidad y la congregación de esos bohemios diurnos que lo único que hacen es intercambiar saberes y experiencias. Filósofos, artistas, jubilados, escritores, estudiantes, creadores y conversadores por excelencia han quedado expuestos y vulnerables ante los últimos acontecimientos. Ahora es común que se cuestionen qué tan seguro es asistir al café, y más cuando llevas contigo una laptop para trabajar. ¿Será que su miedo es infundado?, no lo sé. Lo que sí es que últimamente se han registrado asaltos en varias cafeterías de barrio de la ciudad. El más reciente de éstos dio muerte a un maestro universitario; un hombre pacífico que su único error fue asistir, un día más, a su habitual cafetería.

A falta de bibliotecas, parques sombreados y tranquilos y librerías con áreas de lectura lo único que nos queda para leer, reunirnos y dialogar cara a cara son las cafeterías de barrio. No me refiero a las modernas cadenas de café, que sí cuentan con sillones comodísimos y conexión wifi, pero que carecen de lo elemental para propiciar el diálogo y la reflexión: silencio. Tan solo un poco de silencio. Ahora, hasta en la sala de espera de un consultorio, clínica, hospital, lonchería, aeropuerto, en pleno trayecto de camión o de avión, lo único que encontramos son pantallas o bocinas con un ruido burdo y grotesco. Si nos permitieran un poquito, sabríamos que, a decir de los expertos, éste exacerba los sentidos, contribuye a la incomunicación, y la disposición de ayudar al prójimo disminuye en un ambiente ruidoso.

Así que la conclusión de mi amigo es que en plena era digital estamos escandalosamente desconectados... de nosotros mismos y del prójimo cercano. Su delirio lo ha llevado a concluir que hay quienes se molestan por la añeja costumbre de juntarnos con otros a conversar sobre lo que nos pasa y lo que sentimos. Siguiendo su delirio podría decir que cada vez es menos frecuente ver con buenos ojos a quien toma un café acompañado de la lectura de un libro. Recién escuché decir a unas señoras que "ese fulano” no les daba buena espina, que les daba desconfianza; lo único que hacía el hombre en cuestión era leer su libro y tomar café. La actualidad nos ha llevado a sospechar de las cosas más sublimes: “cuanta calidez y belleza se encuentra en las palabras; a veces también esperanza y alegría”.

Si con el tiempo se ha denostado el uso de la cantina, donde cada cual asistía bajo el anonimato de la oscuridad a ahogar sus fracasos y frustraciones, a solucionar el mundo con alegatos y fantasías, ahora en pleno día, en el centro de la ciudad, en nutrida concurrencia, acompañados de diálogos, de discusiones inteligentes y sesudas se amenaza la tranquilidad de los cafés. Hay seres perturbados que pretender atemorizar la concurrencia bohemia y placentera; esa, cada vez más distante, costumbre de disfrutar un café y compartir con otros el pleno y apacible deleite de amanecer y vivir.

Guardar silencio y caminar, asistir a la cafetería e intercambiar con otros ¿serán ahora sólo formas extravagantes de resiliencia? No lo sé, pero no quiero ni pensar que seamos capaces de anular uno más de los sentidos; ese que nos permite oler el amable trago que nos llevamos a la boca.

Comentarios: majuliahl@gmail.com

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!