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"ASESINATO DE JAVIER VALDEZ"

"Las claves para entender por qué acusan a ‘El Koala' de asesinar a Javier Valdez"

"Los primeros indicios de porqué se dio el crimen contra el periodista se dieron a conocer en la primera audiencia ante un juez, tras la detención de Heriberto 'N'"

Javier Valdez Cárdenas fue asesinado el 15 de mayo del 2017 en Culiacán, y casi un año después la Procuraduría General de la República presentó a una persona, de nombre Heriberto "N", que acusó como uno de sus agresores.

El caso causó un movimiento mundial: los gobiernos de Francia y Estados Unidos se pronunciaron en pos de que se esclareciera, lo mismo con organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, Reporteros Sin Fronteras, el Comité de Protección a Periodistas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Fue, además, uno de los detonantes para que el Gobierno mexicano promoviera comisiones de protección a periodistas y a activistas de derechos humanos.

Javier Valdez Cárdenas pesó políticamente y ahora, ya con una persona detenida, PGR tiene el reto de demostrar con pruebas sólidas que no se equivocó en su investigación.

Para ello, PGR, a través de la Fiscalía Especial para la atención de Delitos en contra de la Libertad de Expresión (FEADLE), hizo dos cosas: atrajo el caso de forma directa y delimitó el asesinato a ser únicamente por el trabajo periodístico de Valdez Cárdenas. Es decir, a él lo asesinaron por ser Periodista.

El caso está dividido, hasta el momento, en 16 tomos, los cuales contienen una serie de datos que tienen que ser demostrados con pruebas científicas.

Sin embargo, con la detención de Heriberto "N", distintos datos se dieron a conocer.

 

Son tres personas y un testigo

El primer dato fue que para asesinar a Javier Valdez Cárdenas participaron tres personas y no dos como se estableció en un principio.

Sus nombres son Heriberto, Juan Francisco y Luis Idelfonso.

Hasta el momento sólo Heriberto está detenido y consignado ante un juez, a la espera de que se decida si es o no vinculado a un proceso de investigación complementaria.

Para definir esa información, la FEADLE obtuvo al menos cuatro videos de establecimientos comerciales y entrevistó a un testigo del asesinato.

Hoy ese testigo, por orden del juez, debe tener protección.

 

'Bájate a la verga': Fueron 12 disparos con dos armas diferentes

El testigo, el cual se considera protegido, reveló que dos hombres, entre ellos Heriberto ‘N’, se bajaron de un vehículo color gris, de la marca Nissan, para bajarlo del carro.

“Bájate ala verga”, le gritaron a Valdez Cárdenas, según narraron los fiscales de PGR.

Entonces Valdez Cárdenas obedeció y trató de cubrirse los disparos. En total fueron 12 detonaciones que le provocaron 13 heridas diferentes.

La agresión fue por dos personas, quienes utilizaron dos armas distintas, una calibre .9 milímetros y otra calibre .380 milímetros. Mientras pasaba eso, otra persona estaba a bordo del vehículo gris.

 

La reconstrucción de los hechos con cámaras privadas

Para hacer esa reconstrucción, se documentó la confesión del testigo y, al mismo tiempo, se analizaron cinco videograbaciones.

En una de esas, indicaron los fiscales, se observa cómo las personas siguieron a Valdez Cárdenas desde que salió del Semanario Ríodoce sobre la calle Teófilo Noris.

Los hombres le cerraron el paso un par de cuadras después y lo bajaron del vehículo, le dispararon en 12 ocasiones, tomaron su vehículo y lo condujeron 15 cuadras sobre el bulevar Gabriel Leyva Solano, hasta dar vuelta en la avenida Aquiles Serdán.

Después de tomar la avenida, la persona que condujo el vehículo de Valdez Cárdenas avanzó tres cuadras más y lo estrelló contra la barda de una escuela.

Una cámara de un negocio grabó cómo el hombre que conducía el vehículo se bajó y se quitó guantes de látex.

Ese hecho se consideró por PGR como una prueba de que el ataque fue un asunto premeditado.

 

El enojo de los de Eldorado

La PGR, a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos en contra de la Libertad de Expresión (FEADLE), señaló ante un juez de Control y Enjuiciamiento en Culiacán que el crimen ocurrió porque, según confesiones de al menos dos testigos, ‘la gente de Eldorado estaba enojada con él’.

Esa zona, aseguró la Fiscalía, estaba relacionada como área de influencia de López Núñez.

“Tuvimos que matar al periodista Javier Valdez. Porque la publicación a la gente de Eldorado no le había gustado”, citaron los fiscales al momento de presentar datos de prueba ante el juez.

Las confesiones que obtuvieron los fiscales son de testigos protegidos, quienes el juez de Control y Enjuiciamiento consideró como vulnerables, por lo que se les deberá otorgar protección inmediata por PGR.

Los fiscales aseguraron ante el juez que también se hizo un análisis de las publicaciones de Valdez Cárdenas en el semanario Ríodoce, así como del periódico La Jornada, del cual era corresponsal en Sinaloa, y de los libros impresos por el grupo editorial Penguin Random House.

Señalaron que en ese análisis se pudo observar distintos artículos que se escribieron sobre las actividades de grupo criminal liderado por López Núñez en Sinaloa, sin que se especificara si alguno de ellos fue el detonante del enojo que se mencionó en las confesiones.

 

La paga fue con una pistola decorada

Las declaraciones de los testigos establecieron que Heriberto "N" dijo en más de una ocasión que la paga por haber cometido el asesinato fue una pistola decorada con vistas blancas y la cara de Dámaso López Núñez, "El Licenciado".

 

Wendy, Míriam y Rosa

La FEADLE hizo la presentación de Heriberto "N" ante un juez de Control y Enjuiciamiento, pero para llegar a él, además de las confesiones de los testigos y las videograbaciones, también se le intervino su teléfono.

Para poder asegurar sus datos de prueba, PGR aseguró que tiene "sábanas de llamadas", es decir, transcripciones completas de conversaciones telefónicas que fueron intervenidas.

De forma específica, PGR documentó las que hizo con tres mujeres: Wendy, su esposa; Miriam, su hermana; y Rosa, su madre.

En esas conversaciones, según la fiscalía, Heriberto dio a conocer que estaba viviendo en Tijuana, Baja California, que era adicto a drogas ilegales, que ya había asesinado antes a otras personas, sin que se especificara más datos, y que ya había sido detenido por policías locales y federales sin que le refirieran el caso de Valdez Cárdenas.

Con los datos telefónicos se dató que Heriberti tenía su residencia en Tijuana y el 3 de abril un juez federal en Culiacán concedió una orden de aprehensión.

20 días más tarde se efectuó esa orden y se le detuvo para ser trasladado a Culiacán, donde comenzó un proceso judicial.

La primer audiencia se llevó a cabo la noche y madrugada del 24 y 25 de abril, y esta continuará hasta el 29 de abril, para que se dicte una decisión del juez de Control y Enjuiciamiento para saber si se abre un proceso de investigación complementaria o no.

Mientras tanto, el juez concedió distintas medias de precaución, como prisión preventiva en el Penal Federal número 8, en Guasave, a razón de que el acusado expresó tener miedo de ser encerrado en el penal de Aguaruto, en Culiacán.

El juez determinó que así debía ser y por lo tanto se tendrá que trasladar a la ciudad de Guasave, para regresar de nueva cuenta a Culiacán el próximo domingo para la continuación de la audiencia.

 

 

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