"Letras, flores y café"

Marina Quintanilla

Ya pasaron las fiestas. Todavía las luces de las casas, los pinos y el trajín de la familia se sienten.
Las nuevas autoridades municipales ya hicieron su acto de protesta. Todo muy bien. Es de extrañar sin embargo que desde la segunda semana de diciembre muchas familias no se la pasaron tan bien.
¿Usted sabía que tienen, sí, que tienen que entregar su renuncia? Los funcionarios del primer, segundo, tercero y cuarto nivel. Sólo los que están sindicalizados no, los que “tienen base”.
¿A qué se debe esto? Muy sencillo, el que entra trae a “su gente”. Desde aquí se pierde el objetivo de gobernar. No se trata de formar una corte en la que vayan y vengan elogios y piropos mutuos. Se trata de TRABAJAR para el pueblo; muchos lo hacen, otros nada más le “tapan el ojo al macho”.
Pero el asunto preocupante es esta renuncia o evacuación masiva de las dependencias del municipio. Muchos son los que tronándose los dedos guardan su aguinaldo para esta época sin chamba. Si se tiene más de 40 años ya nadie lo va a contratar, y entonces a ver qué inventa. No importa que usted sea un “genio” en su área, esto no tiene nada que ver.
En la actualidad hay un sinnúmero de profesionales entre los 36-40 o más años sin trabajo. Personas capaces, con conocimientos y experiencia. Pero en este mundo bizarro a veces se piensa que el joven está más actualizado. Van marginando a esas generaciones que se van quedando sin trabajo y con pocas esperanzas de conseguir alguno.
Desde mi personal punto de vista, esta inseguridad laboral, la temporalidad propicia y es aliada de la corrupción. ¿Por qué? Pues póngase usted en el lugar de esa persona que tiene chamba por 3 ó 6 años y después “Bye, bye birdie”.
¿Qué es lo que sucede? Que algunos, no todos, comienzan a rascar, rasguñar, a dar zarpazos de tigre para formar un patrimonio, algo en qué trabajar después. Como decía Xóchitl Gálvez “ven cortando su tajada”. Si la carretera se cae no es culpa de la constructora. Siempre defienden a los otros y no al pueblo.
Duro, una verdad dura, construyen, tumban y vuelven a hacer. Como en la época del Imperio Romano en donde la palabra del César era todo.
No, no vayan a pensar que estoy amargada o triste, no, por el contrario, me doy cuenta (un poco lenta) que con conocimientos, autoridad moral y valor, coherencia y edad puedes hacer lo que de joven no hacías o decías.
Compañeros trabajadores de la UdeO que estén en suspenso y así como tantos otros, muchas instituciones y centros que dependen del municipio. Lo correcto sería que renuncien los de primer nivel y los otros pues ya tienen experiencia y conocimientos que deben ser utilizados. También hay que considerar que esos que dejan puestos no son “todólogos” para que los pongan en otros lados como fichero de damas. Se acabó y se acabó. Otros deben tener oportunidades y no los mismos comodines tan usados que ya no funcionan. Ya es hora de que se queden en “la banca” como ellos mismos dicen.
La preocupación son las familias que están en la cuerda floja. ¿Qué va a pasar con ellas?, ¿van a tener trabajo? La verdad no lo sé, pero espero que los gobernantes se toquen el corazón y a esa pobre gente se le de trabajo, a los otros…Siento haber tocado este tema, pero me estrujaba el corazón.

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