"Localizan rastreadoras un cuerpo en una fosa en San Ignacio"

MAZATLÁN._ A ellas las llamó un ciudadano, así las Rastreadoras de Sinaloa ayer dieron con una fosa cerca de San Ignacio, ahí encontraron un cuerpo que corresponde a un hombre de estatura media, atado de pies y manos. La fosa está escondida en un campo que lleva al mar.

María, del Colectivo Sabuesos y Guerreras de Sinaloa, avisó a las autoridades, pues la denuncia anónima le llegó a ella primero, no a la Policía.

“Nosotros avisamos y con apoyo de la presidencia de Culiacán y de la Fiscalía ubicamos el lugar, nuestra esperanza es encontrar a nuestros tesoros; fue uno, un cuerpo, pero creemos que hay más”, comentó. Ella se integró al Colectivo de lleno este año, pues desde hace ocho meses busca a su hijo, un policía de 28 años del que no se sabe nada.

A María Isabel la acompañaron ayer 14 rastreadoras más, otras activistas que como ella van en busca de fosas esperando encontrar a sus familiares perdidos; se les unieron tres representantes del grupo Tesoros de Sinaloa, otro grupo de buscadoras.

Fue cerca de las 14:00 hora de ayer cuando llegaron al punto, a ocho kilómetros hacia el mar, desde la carretera, donde el ciudadano les dijo, al pie del kilómetro 65.

La fosa la encontraron cerca de un campo llamado “El Seis”, en San Ignacio.

“Encontramos un cuerpo, un hombre como de 1.65 metros de estatura, estaba atado de pies y manos con cinta canela; tenía una mordaza, y estaba quemado de algunas partes”, relató María.

De acuerdo con el informe de peritos, el cadáver tenía entre 18 y 24 meses en la fosa, en una zona de difícil acceso.

A las rastreadoras las escoltó un convoy de más de 15 elementos de la Policía estatal y militares, juntos entraron y encontraron la fosa en la ubicación que el ciudadano les informó.

“Lo que vimos fue mucha gente que nos observó, de los que vigilan, incluso hubo un detenido, una persona que estaba agazapado con vestimenta militar, ahí estaba entre la maleza”, comentó.

Las búsqueda fue rápida, pero el grupo y los agentes salieron antes de caer la tarde, por seguridad.

Lo siguiente es esperar los estudios de la Fiscalía para determinar la identidad de la víctima, y comenzar la búsqueda en el archivo de datos, si su ADN corresponde a algún familiar que lo esté buscando. Esa es la mecánica.

“Creemos que hay más en ese lugar, por ahora nos retiramos con un cuerpo”, agregó.

Las rastreadoras se exponen en cada búsqueda, son activistas, mujeres que buscan con sus propias manos a sus familiares desaparecidos, a sus tesoros como les llaman. Ayer fue uno, pero su lucha parece interminable.

De acuerdo con informe del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Sinaloa se encuentra entre los primeros cinco estados del País con mayor número de desaparecidos, pues hay más de 2 mil 400 personas de las que no se sabe nada, con una denuncia abierta.