"Malecón"

"A Dios rogando y..."
MALECÓN
06/11/2015

    El Partido Revolucionario Institucional se rasgó las vestiduras cuando en septiembre de 1999, en la ciudad de Dolores Hidalgo, Guanajuato, siendo precandidato a la Presidencia de la República, Vicente Fox enarboló el estandarte con la imagen de la Guadalupana, que le había obsequiado una de sus hijas.
    Se hizo mucho escándalo por ese "atrevimiento" del panista, quien dijo entonces que la Virgen lo acompañaría en su campaña.
    Esto viene a cuento a propósito del acto religioso que presidió el Alcalde priista Jorge Abel López Sánchez a la media noche del 31 de diciembre en pleno Palacio Municipal.
    Invitado expresamente por el nuevo primer edil de Mazatlán, el Padre Rafael Martínez acudió a la Presidencia Municipal, donde ofició un acto penitencial y de oración para pedir para que a la nueva administración le vaya bien.
    Dicen las voces socarronas que lo que en realidad pidió Jorge Abel fue un acto de exorcismo, porque le dijeron que ahí, en las oficinas en las que ya despacha, estuvo "El Diablo" y había un fuerte olor a azufre, pero sus achichincles no encontraron al Padre Karras (el de El Exorcista) y le llevaron al Padre Rafael.
    Y dicen que cuando el celebrante hizo la aspersión con agua bendita, varios de los presentes se retorcieron como lombrices fumigadas, y no por lo helado del agua...

    A lo que te truje, Chencha
    Por cierto, muy mal empezó la nueva administración municipal al no enviar a recoger la basura los días 1 y 2 del naciente enero. Las aceras de incontables colonias y fraccionamientos se quedaron todo el día llenas de bolsas con basura, porque los camiones recolectores brillaron por su ausencia.
    Que no nos salgan ahora con que la administración que se fue, también los dejó sin camiones recolectores y sin las brigadas de trabajadores de Aseo y Limpia.
    Ya el nuevo director de Servicios Públicos, el ex panista, ex petista y ahora priista (próximamente de seguro será Panalista) Martín Salvador González, se está queriendo excusar de las fallas en la recolección de basura, diciendo que en la pasada administración se desatendía esa tarea porque se enviaba a los trabajadores de limpia a hacer otras talachas.
    Suponiendo que eso fuera cierto, no explica de ningún modo el por qué en los dos últimos días no han ido a recoger la basura en amplias zonas de la ciudad.
    ¿O también Martín Salvador los está mandando a hacer otras cosas?

    A temblar, delincuentes
    Ayer al mediodía el último narcomalandrín que quedaba en la entidad abandonó despavorido Sinaloa y no dejará de correr hasta que esté lo más alejado posible de nuestro estado.
    Desde hace días, los capos, narquillos, gatilleros, lavadores, puchadores y demás sabandijas de la droga se enteraron a través de sus servicios de inteligencia que el Gobernador Jesús Aguilar Padilla estaba preparando cambios en los mandos de seguridad pública, y la filtración de los nombres provocó una estampida de hampones.
    El Mandatario estatal anunció ayer en la tarde los cambios y confirmó el gran temor de los delincuentes muy bien organizados.
    En sustitución de Ernesto Cebreros Murillo, la nueva Secretaria de Seguridad Pública Estatal será Josefina de Jesús García Ruiz.
    La abogada fue subprocuradora de Justicia en dos ocasiones y Síndica Procuradora en la administración de Aarón Irízar López, en Culiacán.
    El hasta ayer director de la Policía Ministerial del Estado, el Mayor Alfredo Mejía Pérez, fue designado director de la Policía Estatal Preventiva en reemplazo de Conrado Valdovinos Salazar.
    El nuevo titular de la PME es Rodolfo Osuna Lizárraga.
    El Gobernador dijo que Cebreros Murillo pasará a formar parte del cuerpo de asesores, colaborando en el reordenamiento y actualización de aparato jurídico del estado y también en cuestiones de seguridad.
    Destacó que el ex Secretario de Seguridad cumplió en el cargo con transparencia y responsabilidad.
    Consideramos que es bienvenido todo cambio que busque mejorar o elevar la eficiencia en las diversas áreas de gobierno. Entendemos que tanto el Mayor Alfredo Mejía Pérez como Rodolfo Osuna Lizárraga tienen conocimientos y experiencia en el área de seguridad para desempeñar el cargo.
    Pero lo que no nos cabe en la columnar cabeza es a quién se le ocurrió, cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué poner a Josefina de Jesús García Ruiz al frente de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
    Si Ernesto Cebreros Murillo era un funcionario que carecía del perfil para el puesto, la designación la ex Síndica Procuradora es un soberano desatino.
    Ni como broma informativa del Día de los Inocentes se le hubiera ocurrido al más creativo periodista de esta casa editorial escribir que la señora sería Secretaria de Seguridad Pública Estatal.
    ¿Qué no hay más gente de dónde escoger?

    Baja poquito balacera
    Los gatilleros, matones, tiradores de ocasión, quedadores de bien, novatos estúpidos, similares y conexos le ganaron nuevamente la partida a las autoridades de los tres niveles de gobierno en la balacera de Año Nuevo.
    Sin embargo, hay que reconocer que esta vez las detonaciones disminuyeron sensiblemente en algunas de las zonas de Culiacán donde los babosísimos disparan más, como Tierra Blanca, 6 de Enero, Las Quintas, La Campiña...
    El Gobierno del Estado concentró a los elementos de las fuerzas especiales en esos lugares, donde estuvieron haciendo rondines constantes. Claro que la malandrinada y sus grotescos émulos no suspendieron la balacera, pero se sintió menos.
    Donde de plano los operativos no persuadieron a nadie fue en sectores como la 10 de Mayo, Guadalupe Victoria y Revolución, en Culiacán, en los cuales los balazos duraron más de media hora, con armas de diversos calibres y algunos solos de cuerno de chivo.
    Afortunadamente no hubo víctimas mortales de las balas perdidas en la capital del Estado. Pero en Guamúchil no corrieron con igual suerte, pues falleció un joven alcanzado por una ojiva de la balacera.
    En la capital de estado hubo tres heridos por las balas perdidas y dos en la cabecera de Salvador Alvarado.
    Los policías se limitaron a realizar rondines y no ejecutaron cateo alguno, aun cuando era demasiado evidente de dónde provenían los disparos en las zonas donde la balacera fue más estruendosa y larga. Pudieron pepenar a un montón de empistolados, pero se conformaron con detener a alrededor de una docena.
    ¿Así cómo van a reducir la impunidad? Entre cientos (por no decir miles) de tiradores no arrestaron ni a 15.

    Malecón es columna institucional de esta casa editorial.
    malecon@noroeste.com

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